MONTECRISTI. Eloy Alfaro, para mucha gente podría suponer un nombre más, pero cuando se llega a conocer quién fue este líder político, estadista, militar y prohombre latinoamericano, cuando llega a saberse qué hizo, cómo vivió, cómo puso su fortuna personal al servicio de la emancipación nacional, rechazada por los retardatarios sectores de derecha que, cuando uno se entera de la forma en que fue asesinado por turbas estimuladas por el alcohol y el odio que impulsaban en su contra los sectores de derecha, y su cuerpo arrastrado dos mil metros hasta una pira, llamada ya históricamente La Hoguera Bárbara, para que su cuerpo fuera quemado en público, entonces, hay que detener el ritmo ordinario para indagar más sobre la vida del más ilustre de todos los ecuatorianos.
Ayer, bajo un sol inclemente, como de costumbre en esta ciudad de Montecristi, cargada de historia patria por sus cuatro costados, donde hay mucho más que el manifiesto firmado por José Martí y Máximo Gómez el 25 de marzo de 1895, se develó una vida latinoamericana ejemplar.
Dos homenajes
El acto para develizar, tanto el busto de Juan Bosch, donado en 2007 por la fundación Luces y Sombras, que preside el capitán de navío Juan Gilberto Núñez y realizado por Henry Santana, como el de José Eloy Alfaro, no fue casualidad.
El acto de rebautizo de la que era la Plaza Juan Bosch, ahora como Plaza de la Confraternidad Latinoamericana, implicó develizar el busto de Bosch, en presencia de dirigentes de la Fuerza Bochista, encabezados por Luis de León, ejecutivos de la Fundación Juan Bosch, encabezados por Diómedes Núñez, director de la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña, familiares del profesor Bosch, encabezados por su nieto Patricio Bosch, representó un acto de homenaje a los lazos de unión que deben unir a los pueblos latinoamericanos.
Eloy Alfaro
El patricio nació en la ciudad ecuatoriana de Montecristi, el 25 de junio de 1842 y quien fuera presidente de su país en períodos que comprenden entre 1897 a 1901 y 1906 a 1911, es una personalidad sorprendente por su obra, su vida y su muerte.
Fue un revolucionario adelantado al Che Guevara para lo cual baste saber lo que hizo como presidente: estableció el derecho de la mujer a trabajar y estudiar; abrió colegios normales (hasta entonces sólo había recintos para estudiantes ricos); suprimió el tributo de las tribus indígenas al Estado y construyó el tren que unió la cordillera con el valle, vertebrando el desarrollo nacional.
¡Qué muerte!
Honesto, justo y combatiente, defendió los derechos de los más humildes. Fue perseguido, encarcelado, exiliado y finalmente, estando preso, fue víctima de la agitación de la Iglesia y los periódicos conservadores, que llamaron a matarle. Al efecto fue asesinado en prisión y quemado su cuerpo en público. Alfaro es hoy día una guía ética que sigue el presidente Rafael Correa con su Revolución Ciudadana.
Un Apunte
Dos bustos, dos patricios
En el reinaugurado Parque de la Confraternidad Latinoamericana, se encuentran ahora los bustos de Juan Bosch, hecho por Henry Santana, del equipo de la fundación Luces y Sombras, que preside Juan Gilberto Núñez y el de Elías Alfaro Delgado, el más ilustre de los ecuatorianos padre de esa patria y quien fuera asesinado y quemado en una pira por los conservadores.
