El motivo que me impulsa a escribir estas líneas, lo constituye el titular de una noticia reseñada en la página 6 del diario “El Dia”, de fecha 1º de nov. 2022. El cual expresa: “El 64% de niños en RD sufre violencia física y psicológica”. La revelación la hace el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Confieso que sentí en mi alma una pena tan grande al leer la referida noticia que, de manera casi automática, decidí manifestar mi indignación, y a la vez, reclamar a las autoridades una atención mayor y efectiva sobre este asunto, a fin de reducir a su mínima expresión, el nivel de incidencia de tan penosa realidad.
La violencia intrafamiliar y de género, impacta con mayor crudeza a los niños y a las mujeres. Las causas son diversas, todas o casi todas, son originadas por la pobreza que impera en los segmentos menos favorecidos de la sociedad.
Conocer que 2 de cada 3 niños en RD es víctima de violencia física y psicológica, es algo espeluznante, e induce a pensar que, dado su estado de indefensión e incapacidad para denunciar ante las autoridades y/o en los medios de comunicación cuando son abusados, la proporción podría ser mayor.
Al Gobierno le toca enfrentar el tema con la prontitud y energía que amerita, dado lo grave y desgarrador que es. Y en vista de que las aristas son múltiples: (desempleo, promiscuidad, educación, intolerancia y otras), asignar recursos físicos capacitados, y económicos suficientes en los lugares donde el fenómeno es más crítico y frecuente. Igual tiene que fortalecer las gestión policial y del Ministerio Publico, a fin de poner bajo control esa tragedia.
Si no se toman a tiempo las medidas requeridas para evitar que continue la presente situación, seguiremos viendo crecer una niñez desviada, distante de los estudios y las buenas costumbres. Realidad que les aumenta el riesgo de caer en las redes del vicios y la delincuencia que, como bien sabemos, amenazan de manera muy peligrosa la convivencia pacífica en nuestro país. Esperemos.