El ministro de Hacienda define el Presupuesto General del Estado 2024 como “muy prudente”, aunque admite que proyecta un déficit de 3.1 % del Producto Interno Bruto (PIB), con gastos que superan los ingresos en RD$232,312 millones y el incremento de exenciones fiscales en un 4.7 % con respecto al año pasado.
La prudencia de la que habla José Manuel –Jochi- Vicente parece estar relacionada con su admisión en torno al incumplimiento de 26 leyes que ordenan revisar o asignar fondos en la Ley de Gastos, incluido la indexación salarial para ajustar los montos de sueldos que tributan impuesto sobre la renta (ISR).
La moderación en el gasto público no debería llegar tan lejos como para que el Gobierno quebrante su obligación de descontar el índice de inflación sobre ingresos salariales para el pago del ISR, porque en la práctica significa una reducción en los ingresos cotizables de empleados públicos y privados.
El Gasto Tributario, que según el funcionario alcanzaría el 11.2 % del PIB, si se aplicaran esas 26 leyes, no debería dejar espacio al privilegio ni a la discriminación, lo que aflora con la simple revisión de los sectores beneficiarios de esas exenciones, la mayoría otorgada sin rigurosa fiscalización.
Particular atención merecen los casos de los subsidios a los combustibles, para lo cual se incluyó una partida de diez mil millones en el Presupuesto de 2024, y del sector eléctrico, con RD$86 mil millones, cifras respetables en el marco de un gasto total estimado en RD$1,371,992.8 millones.
Debe subrayarse que la ejecución del gasto público está consignado en una ley, en tanto que el ingreso representa una estimación, que para el año fiscal entrante se sitúa en RD$1,140,681 millones, por lo que en términos absolutos el déficit sería de RD$231,312 millones.
Como ejemplo de lo pesaroso que resulta el déficit fiscal, el ministro Vicente ha revelado que las partidas referidas al gasto en el Presupuesto de 2024, apenas se incrementarían en RD$63 mil millones en relación con el actual, insuficientes para cubrir el aumento de RD$77 mil millones que recibirán Educación, Defensa y deuda pública.
A causa de la baja presión tributaria y la falta de una reforma fiscal, el gasto de capital del año entrante se reducirá a RD$156,396.7 millones, porque solo se cuenta para el gasto con 63 mil millones adicionales. A más de prudente, ese Presupuesto Nacional es altamente deficitario, generador de mayor endeudamiento.
