Opinión

Ni militares ni policías

Ni militares ni policías

El voto militar a través de la historia electoral de muchos países de tradición republicana y liberal ha generado un intenso debate sobre la conveniencia o no de que éstos y los policías puedan participar en la vida política.

Ahora, en un derecho que le asiste y buscando notoriedad en los medios de comunicación, el general retirado y jefe de un partido político, Jorge Radhamés Zorrilla Ozuna, propone que se modifique la Constitución para que militares y policías puedan votar en las elecciones.

Anteriormente lo había hecho, en el año 2011, el entonces jefe de la Policía José Armando Polanco Gómez, cuando dijo que los agentes policiales estaban en capacidad de votar, pero la población a través de diversos mecanismos dejó entrever su oposición a esa intención.

Los que conocemos la historia de este pequeño país, sabemos que eso no es viable en los actuales momentos, ya que la historia nos recuerda que tradicionalmente militares y policías han sido usados por los políticos para activar o tomar acciones contra los adversarios.

Militares y policías no deben participar en política en países con débiles instituciones como RD

De eso Zorrilla Ozuna sabe de más, porque fue filmado entregando dinero durante la campaña electoral por la repostulación de Hipólito Mejía, cuando ocupaba el cargo de jefe de la Guardia Presidencial.

Acciones de esa naturaleza son las que nos recuerdan que nuestras instituciones militares y policiales no están lo suficientemente institucionalizadas para que sus miembros participen en procesos electorales y al mismo tiempo respeten los derechos de los adversarios.

En el mismo momento que la Constitución permita que militares y policías puedan sufragar comenzarían a ser activos de manera directa en política, así como a medrar a lo interno de los partidos y en ocasiones prestarse para actos represivos o amedrentamiento a los adversarios.

Permitir que militares y policías voten sería retroceder en el respeto a los derechos de los civiles. Como decimos en el Cibao, la propuesta de Zorrilla Ozuna podría terminar siendo más “la sal que el chivo”.

 

El Nacional

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