El jefe de la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI), Przemek Gajdeczka, ha echado un balde de agua fría al Gobierno dominicano al advertir que la situación de la economía no es fácil y compeler a las autoridades a enfrentar los desafíos del desequilibrio fiscal y de la crisis del sector eléctrico.
Gajdeczka, quien encabezó a los comisionados del FMI que sostuvieron un encuentro ayer con el presidente Danilo Medina, ha dicho lo que Gobierno y sector privado saben de antemano, aunque las estadísticas oficiales sobre el volumen del déficit fiscal no parecen corresponderse con la realidad.
El presidente Medina escuchó de viva voz los comentarios de la misión del Fondo Monetario respecto a magnitud y gravedad del déficit del sector eléctrico y del que afecta al ejercicio del Presupuesto General del Estado, por lo que ha podido asimilar cabalmente la expresión de que la situación no es fácil.
En cuanto al déficit del sector eléctrico, que este año superará los mil 400 millones de dólares, es menester recordar que fue el FMI que presionó para que en el Presupuesto del 2012 se fijara en nivel de déficit de solo 250 millones de dólares, cuando todos sabían que la cifra sería varias veces mayor.
También se recuerda que el Fondo Monetario obligó a modificar la ley de recapitalización del Banco Central, para reducir de 20 a diez años el plazo de conjurar el déficit cuasifical y para que los aportes se calculen respecto al Producto Interno Bruto y no con relación a los ingresos fiscales, lo que motivó que las transferencias presupuestales a esa entidad se incrementen cada año, lo que presiona el déficit fiscal.
Aun así, la misión del FMI ha dicho verdad como montaña al señalar que el Gobierno debe afrontar los desafíos económicos que representan el desequilibrio fiscal y la crisis del sector eléctrico, así como su advertencia de que la situación no es fácil.
Los déficits fiscal y eléctrico están unidos por un pernicioso cordón umbilical, en un cuadro agravado por las transferencias presupuestarias que deben realizarse al Banco Central, que en 2013 serán de 29 mil millones de pesos, por lo que se requiere de un abordaje simultáneo en procura de solución integral.
La hora de los hornos parece haber llegado, por lo que se reclama al Gobierno, sector privado y clase política manejarse o actuar a la altura de tan delicadas circunstancias, sin extremismos ni posiciones filisteas, en el entendido que lo que está en juego es la salud de la economía nacional y de su estabilidad política.

