La flexibilización del horario del toque queda, contra el cual se han pronunciado entidades como el Colegio Médico Dominicano (CMD), en modo alguno puede convertirse en una pausa sobre los controles sanitarios contra la pandemia sanitaria. No se puede bajar la guardia.
Pero lo cierto es que el ensayo luce razonable, más aun en vista de la apertura gradual de distintas actividades que ha permitido el Gobierno. Sectores tan dinámicos como el de bares y restaurantes habían solicitado la extinción del toque de queda, que a partir del próximo lunes será de 9:00 p.m., a 5:00 a.m., de lunes a viernes, y sábado y domingo de 7 de la noche a 5 de la mañana.
Los propietarios, administradores y empleados de negocios, así como los parroquianos, deben cooperar al máximo para que la flexibilización del horario no se convierta en una fuente de contagio de la enfermedad. No se ha sido muy responsable con el protocolo para contener la pandemia.
Es posible que la flexibilización fuera más impuesta por las circunstancias que por el mismo deseo de reducir el horario para circular en horas de la noche. La vigilancia tiene que mantenerse.