Santo Domingo.- No se trata de las recetas tradicionales a degustar, tampoco de la decoración, y mucho menos es una simple cena. Nochebuena es más que eso, es un espacio de encuentro emocional, donde las familias detienen esas prisas que no los dejaron reunirse durante todo el año, en el que afloran los recuerdos, los afectos y la esperanza.
En resumen, es el momento más íntimo y significativo de la Navidad. La psicóloga clínica Heidy Camilo Hilario explica que el 24 de diciembre las familias vuelven a ser el centro y el encuentro se transforma en un acto de unión y gratitud.
Puedes leer: Planificación inteligente: ¿Cómo organizar la cena de Nochebuena sin estrés?
“Es un momento donde las familias eligen estar juntas, en el que no importa dónde usted viva. No importa si usted ya hizo su propia familia, es un momento donde en términos emocionales evocamos la unidad y la familiaridad. El 24 de diciembre es un momento para cocinar juntos, hacer chistes, anécdotas… es un momento de todo un día que también evoca un año de gratitud reunirnos, abrazarnos, y compartir la carga emocional que evoca la familiaridad, la unión y la trascendencia” expresó la especialista del Centro Vida y Familia.
En ese sentido, destacó que la cena de Nochebuena no suele despertar una sola emoción, sino muchas y cada una depende de la historia que haya marcado esa familia durante el año, por lo que la alegría y la tristeza también pueden sentarse a la mesa.
“Podemos tener desde extrema alegría si hay una nueva unión, un nacimiento donde la familia se expande, o de repente se han integrado nuevos miembros, esto va a evocar una gran alegría, euforia, mucho bienestar, ternura y plenitud. Pero, sin embargo, si la familia perdió un ser querido este año va a evocar mucha nostalgia, una profunda tristeza, dolor”, destacó.
