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Nostradamus y el turismo

Nostradamus y el turismo

Héctor Minaya

El boticario francés Nostradamus es muy conocido en el mundo por sus acertadas predicciones publicadas en su libro Las Profecías, en el 1555, hace más de cinco siglos.
El adivinador ya aventuró el gran incendio de Londres, en 1566 y el ataque a las Torres Gemelas de Nueva York, en el 2000.
Son muchos científicos los que consideran que Nostradamus tenía un don especial para
aventurar las cosas que ocurrían en el futuro y decían que muchas de las cosas que indican sus páginas tienen cierta relación con hechos inimaginables en su época.
Nostradamus para este año 2022 pronosticó
una época apocalíptica, en la que el detonante serán las catástrofes naturales.
Igualmente, vaticina que
ocurrirá una guerra
entre dos países. Pero no ayudará ni la muerte de uno de los grandes líderes políticos a nivel
mundial ni la desintegración de la Unión Europea, que verá cómo se producirá una guerra
entre dos países de su territorio y que uno de los bandos acabará por invadir una de las grandes ciudades del continente.
Si este panorama apocalíptico se produjera el turismo podría ser una de las víctimas a nivel mundial. Y que sería que otra catástrofe impactara a ese sector luego de estar impactado con una pandemia de covid-19, que ha causado grandes pérdidas económicas, materiales y mortales.
Las predicciones de este sabio galo son escritas en frases oscuras, enigmáticas y metafóricas, por lo que tienen que ser interpretadas.
Al finalizar este año 2021 los estudiosos del adivinador hicieron una revisión de sus textos en busca de alguna relación con posibles hechos futuros y encontraron cuatro hechos que dijo que sucederían el inicio de la época.
El cambio climático es una cuestión que cada vez preocupa a la humanidad por las consecuencias del efecto invernadero y la concentración de gases en la atmósfera.
Se sabe que las actividades turísticas son responsables de aproximadamente el 5% de las emisiones globales, pero esta industria se ha puesto manos a la obra para revertir la situación y promover un turismo responsable y sostenible.
Porque como decimos, el sector turístico no solo es responsable, también es vulnerable al cambio climático.
El clima de un país es el que determina la duración y la calidad de las temporadas turísticas y esto influye directamente en la elección de los destinos turísticos.
Asimismo, afecta directamente a los entornos. Actualmente ya se perciben las consecuencias del cambio climático en el turismo especialmente en zonas costeras, lugares montañosos y pequeñas islas que los principales destinos para los viajeros. Si la situación se complica, los expertos alertan que el flujo de turistas pudiera disminuir y se perderán empleos, hoteles y negocios.
La Organización Mundial de Turismo (OMT) considera estas zonas especialmente sensibles a los cambios ambientales provocados por el clima al dirigirse a nichos turísticos que giran en torno a la naturaleza.
Esperamos que estas profecías no afecten el entorno nacional.