En tanto se prevé la llegada de otro contingente extranjero a Haití para ayudar a restablecer la seguridad y el orden, la representante de la ONU ha puesto una nota preocupante sobre las condiciones económicas y sociales de la nación.

La ecuatoriana María Isabel Salvador advirtió no hacerse mayores ilusiones con el despliegue de tropas extranjeras en Haití hasta que se enfrenten los graves problemas sociales que afectan a la población. O sea, que además de los soldados se necesita alimentación, medicamentos y servicios sanitarios.

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La diplomática advirtió que la lucha contra las pandillas es una parte del problema y recordó que las guerras agudizan, antes que resolver los problemas.

El mensaje no puede ser más claro para las naciones y organizaciones que cifran en el despliegue de tropas extranjeras la respuesta a la crisis haitiana. Pero también hay que señalar que con la llegada de los primeros 400 soldados kenianos no ha desaparecido la violencia protagonizada por las pandillas.

A pesar de las expectativas el panorama es incierto en una nación donde se ha institucionalizado el crimen como medio de subsistencia. El señalamiento de la representante de la ONU es muy revelador.