¿Qué Pasa?

“Omar y los demás” Un suceso teatral inadvertido

“Omar y los demás” Un suceso teatral inadvertido

Orestes Amador fue la figura central del montaje de Omar y los otros, el suceso teatral con que el país conmemoró el Día Mundial del Teatro. Foto cortesía: Mike Pasco.

El Día Mundial del Teatro tuvo su celebración dominicana más digna con el montaje en la sala Carlos Piantini del Teatro Nacional Eduardo Brito, con el estreno mundial de la obra del laureado dramaturgo Franklin Domínguez, “Omar y los demás”, llevada a escena por la Compañía Nacional de Teatro, bajo la dirección de Fausto Rojas.
“Omar” es la historia de un hombre que se encuentra en plena crisis existencial, estado que le lleva a cuestionar toda su vida y accionar.

En esta angustia por interrogar y también acusar al mundo y a la sociedad de su frustración, el protagonista llega a delirar incluso ilusionarse. Con notable acento filosófico, pero ególatra por momentos, pone en tela de juicio su propia existencia y legado como ser humano en este mundo.

En general, la propuesta del director Fausto Rojas fue defendida y llevada a nivel de dignidad por el excelente elenco de esos seis intérpretes experimentados y por los recursos espectaculares técnicos utilizados.

El papel protagónico de “Omar” lo encarnó el experimentado actor Orestes Amador, quien mostró a lo largo de toda la obra, sin salir nunca de escena y manteniendo el hilo conductor y rítmico de la obra, su experiencia como intérprete de carácter y trayectoria. Junto a él estuvieron Maggi Liranzo asumiendo con valentía el difícil personaje de Nadina, compañera de Omar.

Pachy Méndez representó a Mirna, un fantasioso personaje correctamente caracterizado con movimientos corporales, vocales y rítmicos influenciados por la cultura mágico-religiosidad popular afrocaribeña. La veterana actriz Cristela Gómez interpretó el simbólico personaje antagónico de Mirna.

La musicalización de Vadir González mantuvo una atmósfera y ambiente de cierto suspenso sutilmente incidental bien lograda, pero subutilizada y cuya presencia en escena distraía la vista.

La selección de dos de las piezas musicales no fueron acertadas; la primera para la escena del párroco o padre y la segunda al final de una de las escenas cumbres de Omar. Ambas rompieron la atmósfera lograda.

El diseño de luces de Bienvenido Miranda y la escenografía de Fidel López tuvieron el reto de enfrentarse a una propuesta de espacio totalmente inundada de agua.

Este recurso efectista produjo interesantes e impactantes imágenes plásticas, cuyas composiciones fueron reforzadas por el reflejo en el agua oscurecida por un fondo negro que acentuaba los movimientos gestuales de los actores.

La dirección técnica de Nancy Vizcaíno, uno de los talentos técnicos y artísticos menos proyectados a pesar de su fuerza y criterios de arte, logra con acierto ensamblar todos estos recursos técnicos.

Los pescadores, encarnados por Interpretados estos por Miguel Bucarelli y Canek Denis con graciosos y jocosos diálogos, aligeraron la carga dramática y densa de la primera mitad de la obra. Bucarelli y Denis fueron la muestra de que no hay personajes pequeños.

Galardonada en 1975 con el Premio Nacional de Teatro Cristóbal de Llerena y accésit al Premio Diego Fabbri en Palermo, Italia, en el año 1983, Omar y los demás constituye uno de los patrimonios de la dramaturgia nacional y fue el mejor homenaje al quehacer escénico nacional con motivo del Dia Mundial del Teatro.

UN APUNTE

Ceremonia
El sábado 27 fueron leídos antes de la función los mensajes conmemorativos. El mensaje nacional fue escrito y leído por la reconocida directora y actriz Elvira Taveras y el internacional, escrito por la actriz del Reino Unido Helen Mirren, leído por el dramaturgo Reinaldo Disla.

El Nacional

Es la voz de los que no tienen voz y representa los intereses de aquellos que aportan y trabajan por edificar una gran nación