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ORTO-ESCRITURA

ORTO-ESCRITURA

Rafael Peralta Romero

Sí, presidenta,  como sirvienta y  parturienta

En las redes sociales ha estado circulando un vídeo en el que una señora, con voz segura y enérgica, explica la invariabilidad de género en los adjetivos derivados de verbos y que terminan en –nte (amante, paciente, viviente, cantante, estudiante…). Estos vocablos corresponden a lo que se llama participio activo, que en los ejemplos citados corresponden a los verbos amar, padecer, vivir, cantar y estudiar.
Por lo general, el participio activo es común para ambos sexos (un amante, una amante; el estudiante, la estudiante). Lo que le faltó a la intensa explicación del vídeo fue señalar hay excepciones, determinadas por necesidades o hábitos de los hablantes (no hablantas).
Al referirse al sufijo -nte, el Diccionario de la lengua española lo define de este modo: “1. suf. Forma adjetivos deverbales, llamados tradicionalmente participios activos. Toma la forma -ante cuando el verbo base es de la primera conjugación, -ente o -iente, si es de la segunda o tercera. Significa ‘que ejecuta la acción expresada por la base’. Agobiante, veraneante, absorbente, dirigente, dependiente, crujiente. Muchos de estos adjetivos suelen sustantivarse, y algunos se han lexicalizado como sustantivos y han generado, a veces, una forma femenina en -nta. Dirigente, dependiente, dependienta”.
Otra publicación oficial de la Asociación de Academias de la Lengua Española, el Diccionario panhispánico de dudas, explica en torno a la palabra presidente, -Persona que preside algo y, en una república, jefe del Estado- que por su terminación, puede funcionar como común en cuanto al género (el presidente /la presidente); pero recalca que el uso mayoritario ha consolidado el femenino específico presidenta: “Tatiana, la presidenta del Comité, no le dejaba el menor espacio”.
La presidenta de Croacia, Kolinda Grabar-Kitarovic, ha estado muy presente en los medios mundiales. Han desmentido que las fotos de una bella mujer en biquini fuera la presidenta de Croacia.
Menos atractiva ha estado últimamente la expresidenta argentina Cristina Kirchner, quien es investigada por autoridades de su país.
Quienes rechazan el femenino /presidenta/ parten de un razonamiento lógico: el participio activo es invariable. Pero deben tomar en cuenta que la lengua es un ente vivo, que se mueve. Y no son los académicos, sino los usuarios del idioma, quienes han determinado algunas variantes. Ahora les cito una poderosa autoridad, la Nueva gramática de la lengua española, que expresa lo siguiente:
“Se forma un gran número de sustantivos en –nte, de base verbal, que designan personas (cantante), instrumentos (tirante), lugares (restaurante, débilmente asociado con restaurar en la conciencia lingüística de los hablantes) y productos (calmante), entre otras interpretaciones menos frecuentes que se examinarán en las páginas que siguen. Sea cual sea su base, casi todos los nombres de personas formados con este sufijo son comunes en cuanto al género: un cantante, una cantante; un dibujante, una dibujante. Se exceptúan unos pocos pares, como cliente/clienta; comediante/comedianta; dependiente/dependienta; figurante/figuranta; infante/ infanta; intendente/intendenta; presidente/presidenta; sirviente/sirvienta y otros recogidos en los párrafos 2.5 j y siguientes y, como allí se explica, la forma en –nte de algunas de las voces citadas es común en cuanto al género. Las alternancias -te/-ta que se mencionan no afectan al significado del sustantivo, sino al sexo de la persona designada”. (NGLE, 2009, página 478).
El próximo domingo habrá otra entrega relacionada con el tema. Pero les aseguro que presidenta es tan válido como sirvienta y parturienta.

El Nacional

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