Insistencia con los pronombres la, le, lo
Nos hemos referido antes al uso y mal uso de los pronombres personales átonos /le/, /la/, /lo/. El pasado domingo tocamos particularmente /le/ y la forma plural /les/. Algunos amigos han recomendado volver sobre este asunto, por las dudas que generan al momento de la escritura. Esto se evidencia en el uso de /le/ en lugar de /la/ o de /lo/ (leísmo), o de la /la/ en lugar de /le/ (laísmo), el uso de /lo/ por /le/ (loísmo).
Leísmo, laísmo y loísmo se presentan por la actitud del hablante de diferenciar entre femenino y masculino, en unos casos, y entre personas y cosas, en otros. Conviene tomar en cuenta que los pronombres /lo/ y /la/ y sus plurales /los/ y /las/ son para el complemento directo de personas. Ejemplos: A María la llamé; A Pedro lo vi. A María y Josefina las vi juntas. A Pedro y María los invité.
Los pronombres /lo/ y /la/, /los/ y /las/ se emplean también para complementos directos de cosas: Saca el dinero y cuéntalo; Abre el libro y léelo. Si el referente no es persona, no soporta el pronombre /le/ por lo que no cabe decir, por ejemplo: “Saca la ropa ponle ahí”, sino “Saca la ropa y ponla ahí”.
El fenómeno contrario es colocar /la/ donde debe ir /le/. Un caso muy evidente de laismo se registra en la canción “Ramito de violetas”, escrita por la española Evangelina Sobredo, conocida como Cecilia. Mire una estrofa: “Quién LA escribía verso / dime quién era/ quién LA mandaba flores por primavera/ y en cada nueve de noviembre/ como siempre sin tarjeta/ LA mandaba un ramito de violetas”.
Es un lamentable ejemplo de laísmo.
En el habla de los dominicanos se incurre sobre todo en leísmo, pero no es propio de nosotros el usar expresiones como: Cuando lo vea LO daré una insultada.
El leísmo es más disimulado, y pocos advierten la incorrección: “Quienes LE conocieron y LE trataron, saben que era…”. Otro ejemplo: -¿Has visto a Pedro? –Sí, LE vi en la cafetería y LE saludé.
En cada caso del párrafo anterior, donde dice LE debe decir lo (lo conocieron y lo trataron) (lo vi y lo saludé). Se incurre en leísmo con el uso impropio de /le/ y /les/ en función de complemento directo, en lugar de lo (para el masculino singular o neutro), los (para el masculino plural) y la o las (para el femenino), que son las formas a las que corresponde etimológicamente ejercer esa función.
Le y les corresponden al complemento indirecto (dativo). Por ello, la norma culta del español estándar establece el uso de estas formas para ejercer dicha función, independientemente del género del sustantivo al que se refiere el pronombre:
“Hablé con el abogado y le expliqué el caso”. “Le dije a mi esposa la verdad”.
El Diccionario Panhispánico de Dudas explica que: “Debido a su extensión entre hablantes cultos y escritores de prestigio, se admite el uso de -le en lugar de -lo en función de complemento directo cuando el referente es una persona de sexo masculino: “Tu padre no era feliz. […] Nunca le vi alegre”. Esto ha de incluir la fórmula de despedida en las cartas: Con mi consideración /le/ saluda; En espera de su respuesta queda de usted y /le/ saluda….
Loísmo. Es el uso impropio de /lo/ y /los/ en función de complemento indirecto masculino (de persona o de cosa) o neutro (cuando el antecedente es un pronombre neutro o toda una oración), en lugar de /le/ /les/, que es la forma a la que corresponde etimológicamente ejercer esa función. Esto explica el Diccionario panhispánico de dudas.
Por. RAFAEL PERALTA ROMERO
rafaelperaltar@gmail.com