El provecho de un plan nacional de lectura
RAFAEL PERALTA ROMERO
rafaelperaltar@gmail.com
El Mester de Narradores de la Academia Dominicana de la Lengua es un grupo de escritores que no solo procura producir obras literarias y darlas a conocer, sino que trabaja en consonancia con su propósito de mejorar la sociedad dominicana mediante la divulgación del conocimiento.
Recientemente, el colectivo intelectual, formado por Manuel Salvador Gautier, Ángela Hernández, Miguel Solano, Emilia Pereyra, Ofelia Berrido, Luis Arambilet y el autor de esta columna, ha propuesto un conjunto de ideas orientadas a la elaboración de un Plan Nacional de Lectura, que resultaría de mucho provecho a los dominicanos.
A continuación, presento un extracto del documento:
Dada la baja lectoría que se registra en el país y los esfuerzos que está haciendo el gobierno para mejorar la educación en la actualidad, consideramos que la República Dominicana requiere que el Estado conciba y ejecute un Plan Nacional de Lectura a mediano y largo plazo, que apoye los programas educativos y culturales en ejecución, encaminado a optimizar los procesos de enseñanza y a elevar los niveles de conocimiento y comprensión de la población.
Estimular el hábito de la lectura continua, como un inestimable recurso que agiliza el aprendizaje, incrementa cultura, la creatividad y el interés por la ciencia, mejora la capacidad de expresión y la escritura, amplía la visión del mundo del conglomerado, lo cual ensancha las perspectivas de desarrollo de la nación.
A nuestro juicio, dicho plan debe ser elaborado por el Ministerio de Educación, con el apoyo del Ministerio de Cultura, el Ministerio de Educación Superior y otras entidades públicas y privadas afines, con las que se podrían aunar esfuerzos para extender las posibilidades de que el proyecto logre el éxito y alcance a toda la población.
El plan tendría que formar parte de las estrategias curriculares de la escuela básica, de la secundaria y de la educación universitaria, por lo que sería imprescindible la articulación interinstitucional.
Igualmente, debe formar parte de los programas auspiciados por el Ministerio de Cultura, a fin de que se convierta en un pilar que respalde el cultivo y desarrollo de las artes.
Sugerimos que los maestros y maestras jubilados y otros profesionales retirados de la tercera edad de las áreas de la filosofía, la literatura y las humanidades en general sean integrados al proyecto, como maestros guías o motivadores de grupos de lectura.
Proponemos que el plan contemple la creación de clubes de lectura, que dedicarían tiempo para leer obras literarias de autores y autoras nacionales preferentemente. Podrían ser conformados en liceos, colegios, universidades, instituciones públicas y privadas diversas.
Estos clubes, que podrían funcionar también en las escuelas de jornada extendida, serían dirigidos por un coordinador o coordinadora, que articularía la logística y operatividad conforme la naturaleza del grupo.
Sería conveniente que una propuesta de Plan Nacional de Lectura sea sometida a consulta pública, enfocada a segmentos sensibilizados con la necesidad de que la educación dominicana asuma estrategias creativas y participativas que conciten el respaldo ciudadano.

