La Fiscalía de Puerto Plata, que desde hace tiempo ha estado en el centro de múltiples conflictos, vuelve a la picota con la denuncia de una orden irregular de arresto contra dos empresarios canadienses. Sin realizar una investigación y con “ligeraza pasmosa”, el fiscal Julio César García Morfe habría ordenado el arresto de un empresario que jamás ha visitado el país.
Al hacer la denuncia, el abogado Julio Cury dijo que García Morfe se precipitó al pedir arresto “sin justificarlo ni aportar un solo indicio probatorio en contra de los empresarios”, aunque no precisa las causas de la decisión. Por los múltiples escándalos protagonizados por la Fiscalía de Puerto Plata, sin necesidad de enumerar, el caso denunciado adquiere particular relevancia. Cury dice que además de no individualizar las circunstancias de tiempo, lugar, modo y persona, la actuación de García Morfe se inscribe dentro de la arbitrariedad “inquisitorial más degradante”. Por su repercusión, se trata de otra tarea para la Procuraduría General de la República.