OAKLAND — El bateo decisivo ha sido la cualidad más destacada de Cristian Paché al principio de su carrera como Atlético. Pero el martes por la noche, les recordó a todos la defensa de 80 grados que en primer lugar lo llevó a las Grandes Ligas.

En la victoria de los Atléticos por 2-1 sobre los Orioles en el Coliseo, Paché mostró su guante de élite con un par de atrapadas destacadas. Luego, literalmente flexionó los brazos después de ambas jugadas impresionantes, mostrando la misma energía que rápidamente lo convirtió en un favorito entre los fieles de Oakland.

La primera joya defensiva de Paché contó con un magnífico acto de malabarismo. Corriendo 92 pies desde su lugar entre el jardín izquierdo y central por un batazo profundo de Kelvin Gutiérrez en el segundo, saltó a la pared alta entre el jardín derecho y central y vio cómo la pelota rebotaba en su guante. A pesar de caer al suelo, el enfoque láser de Paché le permitió atrapar la pelota mientras caía, evitando que anotara otra carrera de Baltimore en lo que fue el segundo out de la entrada.

“Mi mentalidad era que necesitaba atrapar esa pelota”, dijo Paché. “Sentí que la pelota golpeó mi guante y se salió. Afortunadamente, pude aferrarme a eso”.

Seis entradas más tarde, Paché cubrió aún más terreno con un elevado profundo de Austin Hays para abrir la entrada. Inmediatamente rompiendo a su derecha al contacto, corrió 118 pies para una brillante atrapada en la carrera justo antes de estrellarse contra la pared pequeña en el centro izquierdo.

Incluso para los jugadores más experimentados, las amplias dimensiones de los jardines del Coliseo pueden ser difíciles de navegar. Pero Pache+e es tan confiado como parece. Es por eso que a pesar de que el martes fue solo su segundo juego en Oakland, el jardinero central de 23 años dijo que ninguna de las jugadas fue difícil para él.
“Una vez que lo perseguí, tuve la confianza de que podía atraparlos”, dijo Pache. “El último estaba un poco más lejos, pero confiaba en mí mismo que lo atraparía”.

El mánager de los Atléticos, Mark Kotsay, ha mencionado a menudo la capacidad de Paché para impactar el juego solo con su guante. En un juego de pelota que estuvo muy disputado en todo momento, ambas jugadas para quitarle hits a los bateadores de los Orioles (el elevado de Gutiérrez tuvo un xBA (promedio de bateo esperado) de .620, mientras que el de Hays tuvo un xBA de .810) sin duda se clasifican como posibles salvadores del juego.

“Qué gran concentración”, dijo Kotsay. “Mostró su atletismo una vez más allí, yendo desde el centro derecho hasta el centro izquierdo y atrapando esa pelota. Otro juego dinámico. Hace algo todas las noches. Es divertido verlo. Defensivamente, está cambiando de juego en este momento”.

Los Atléticos habían leído todos los informes de escuchas sobre los muchos Guantes de Oro que se esperaba que llegaran a Paché en el futuro. Después de que la actuación del martes confirmara ese elogio, la siguiente pregunta es, ¿hay alguna pelota a la que no pueda llegar?.

“En este punto, no lo creo”, dijo el abridor de los Atléticos, Cole Irvin, quien lanzó cinco entradas de una carrera. “Es bastante divertido de ver. Me encanta su flexión al final de cada atrapada. Él es bueno. Una vez que se acostumbre a este jardín, será aún más divertido de ver”.

Por supuesto, añadiendo a la llamarada de todo estaban las flexiones. Resulta que los gestos eran en realidad una oda al músico dominicano Rochy RD, cuya música se presenta como una de las canciones de Paché en el Coliseo.
“Lo hace un artista dominicano al que admiro”, dijo Paché. “Lo hago porque me siento bien y a mis compañeros les gusta cuando muestro esa emoción. También los enciende”.

Ha habido momentos en la historia reciente del béisbol en los que jugadores que muestran tanta personalidad como Paché esta temporada han sido vistos con una connotación negativa. Los Atléticos, sin embargo, tienen una rica historia de tener jugadores que no tienen miedo de demostrar sus formas de celebración. El estilo de juego alegre y divertido de Paché es solo la próxima generación.

“Me encanta”, dijo Kotsay sobre la flexión de Paché. “Eso es parte de permitir que los chicos sean ellos mismos. No está faltando el respeto a nadie ni al juego. Está mostrando un nivel de entusiasmo del que nos alimentamos como equipo. Le estamos permitiendo salir y divertirse. Se está divirtiendo y haciendo jugadas”.