El sistema tecnológico prendió la alarma al rechazar tarjetas del programa social Supérate que habían sido alteradas en perjuicio de los beneficiarios. El sistema detectó la operación de una banda dedicada al llamado delito de alta tecnología con la suplantación de los plásticos de la tarjeta.

Por la suplantación hubo que suspender los beneficiados en las provincias de Azua, Barahona, Baoruco, Pedernales, Independencia y Santo Domingo que no pudieron recibir la asignación.

La falla se corrigió con un cambio de los plásticos y la gente pudo disponer de la asignación correspondiente al mes de febrero, pero la alarma quedó encendida.

Y para más inquietud no es la primera vez en que aflora un intento de fraude en la operación de programas con que el Estado subsidia a personas necesitadas.

El Gobierno ha buscado la manera de blindarlos al máximo, pero está comprobado que los falsificadores siempre están al asecho. Por la crisis el Gobierno ha incrementado el número de beneficiarios y el monto de las asignaciones.

La Policía tiene ahora que profundizar las investigaciones para dar con los responsables de la suplantación de las tarjetas del programa social.