Los hilos del comercio
Desaceleración económica y caída de los precios del petróleo, entre otros factores, están frenando la marcha de la economía internacional, pues si las proyecciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC) se cumplen, este 2015 cerrará como el cuarto año consecutivo en el que las transacciones comerciales anuales han caído por debajo del 3 por ciento.
Es indudable que la caída del ritmo del comercio mundial se explica en función de varios factores que se entremezclan, tales una reducción de la demanda de importaciones de China, el Brasil, Vietnam y otras economías emergentes; la caída de los precios del petróleo y otros productos primarios, y las grandes fluctuaciones de los tipos de cambio, esto es, del valor de las monedas internacionales en su intercambio comercial.
Y la presencia de los citados factores externos han gravitado adversamente sobre el desempeño del comercio en la región latinoamericana y caribeña, la cual registrará al cierre del presente año un acentuado declive en el valor de sus exportaciones, pronosticándose que al cierre del presente año los números rojos de la contabilidad comercial marcarán una contracción no menor al -14 por ciento.
Para la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) las fuertes caídas en los precios de las materias primas y una menor demanda internacional por los productos que la región exporta han estado afectando sensiblemente el comercio regional. Pero, ¿qué es lo que ha acentuado la tendencia decreciente de los flujos comerciales?
La CEPAL coincide con la OMC al señalar que la región ha sido impactada por un conjunto de factores externos, entre los cuales destacan la caída de la demanda agregada (que expresa el nivel de gasto total que están dispuestos a realizar los agentes económicos, ya sean nacionales o extranjeros, en el interior del país).
A lo dicho precedentemente hemos de sumar la existencia de una menor capacidad de los países subdesarrollados (dentro de los cuales se encuentra la República Dominicana) para absorber los impactos externos; también se encuentra la desaceleración la economía china y el impresionante crecimiento de la economía de casino expresada en la especulación financiera internacional, así como una caída en la llegada de capitales frescos hacia la región.
Así, los países sudamericanos que dependen mucho de las exportaciones de materias primas agrícolas y minerales, incluyendo el petróleo, se encuentran seriamente afectados por la caída en picada de los precios de esos bienes y por la notoria disminución de la demanda china y europea, en tanto que las economías centroamericana y caribeña marchan al influjo del desempeño productivo, comercial y financiero de EE.UU.
¿Ejemplos? Venezuela tendrá una contracción en sus exportaciones de -41 por ciento, Bolivia -30 por ciento, Colombia -29 por ciento y Ecuador de -25 por ciento, en tanto que los países del Caribe y Centroamérica acusarán una disminución en sus exportaciones de -22 y -4 por ciento, respectivamente.
Pero más allá de esos factores externos que gravitan sobre el comportamiento del comercio exterior regional, hemos de destacar la existencia de problemas estructurales, de fondo, de larga data, los cuales limitan el incremento de la oferta exportable regional y que están asociados a la debilidad de la esfera productiva.