Por un comercio ágil
¿Cómo podría dinamizarse el intercambio comercial entre los Estados? ¿Es viable la aplicación de procedimientos técnicos tendentes a impulsar las exportaciones e importaciones de mercaderías a escala planetaria? La Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) con sede en Montevideo, Uruguay, define la facilitación del comercio como “la racionalización, simplificación, reducción o eliminación de todas las medidas o barreras que obstaculicen el comercio internacional.”
En julio de 2015 la Secretaría Permanente del Sistema Latinoamericano de Integración (SELA), con sede en Caracas, Venezuela, produjo el documento bajo referencia SP/Di No. 7-15 titulado “Revisión y análisis de la aplicación del Acuerdo de la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre Facilitación del Comercio en Países de América Latina y el Caribe (ALC)”.
En el citado texto el organismo de coordinación integracionista regional abordó la necesidad de implementar en la región el Acuerdo sobre la Facilitación del Comercio aprobado en el foro multilateral de la OMC celebrado en diciembre de 2013 en la ciudad de Bali (ciudad bautizada como la “Joya de Indonesia”) en el marco de la Novena Conferencia Ministerial donde asistieron representantes de más de 120 países, sobre un universo 159 países miembros.
Recordemos que en la citada reunión ministerial se aprobó impulsar la puesta en práctica -tanto a nivel multilateral como en el espacio interno de cada país-de medidas que permitieran agilizar el movimiento, el levante y el despacho de las mercancías, incluidas las mercancías en tránsito.
La OMC estimula la creación de mecanismos de cooperación efectiva entre las autoridades aduaneras y otras autoridades competentes del comercio internacional.
Y en armonía con el espíritu del texto aprobado dentro del llamado “Paquete de Bali” (2013) la región latinoamericana y caribeña hace esfuerzos por avanzar en la adopción de mecanismos que faciliten el comercio a nivel transfronterizo, tal como se recoge en la publicación Doing Business (Haciendo Negocios) del Banco Mundial (BM).
En efecto, en el citado informe anual se registran las experiencias regionales en materia de facilitación del comercio a través del acopio de documentos, el tiempo requerido para los trámites comerciales y los costos financieros para agotar las llamadas cuatro fases para la exportación e importación de mercancías: 1) Preparación de documentos, 2) Aprobación de la aduana y otras inspecciones; 3) Transporte terrestre y 4) Manejo en puerto y terminal.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) sostiene que para poner en práctica la facilitación del comercio y el comercio sin papeles importante que los países sean capaces de medir periódicamente las experiencias de progreso y de cambio en las respectivas prácticas.
Y es que para implantar procedimientos y prácticas de facilitación del comercio que erradiquen las prácticas burocráticas y digan adiós a las montañas de papeles y a los formularios que obstaculizan y encarecen las transacciones comerciales se hace necesario que los países sean capaces de medir periódicamente las experiencias de progreso y de cambio en las respectivas prácticas. ¿Es mucho pedir?