Tal como Curry en la final más reciente de la NBA, el Partido Revolucionario Moderno avanza en las calles, sumando y sumando, con más vigor que nunca, con el impulso de la juventud y la experiencia de los más veteranos, rumbo a la victoria en mayo del próximo año, la “Victoria 16” que le dará a Luis Abinader la presidencia y a la República Dominicana un futuro distinto.

Si el PLD anda negociando pactos de falsa unidad, absorbiendo partidos y demacrando la institucionalidad y la democracia, en la acera de la esperanza y la renovación, el PRM ha salido al encuentro de miles de ciudadanos, cansados de la pobreza y el desempleo; hastiados de la violencia y de la nula calidad en servicios tan básicos como la salud y la educación.

Los testimonios de esas personas con las cuales nos fundimos en un abrazo, son el motor que nos llevará a mejor destino, pues no podemos seguir aceptando las migajas de un crecimiento económico destacable, y sin embargo ajeno a la gran mayoría del país, cuyos niveles de ingreso y acceso a servicios básicos, nos hace vivir en una brutal contradicción.

Por eso hemos ido y seguiremos visitando distintos lugares de la capital y del país, como por ejemplo Puerto Plata en el norte, o Los Alcarrizos en la provincia de Santo Domingo, donde compartimos con mujeres y hombres, niños y jóvenes, y envejecientes, todos con una perspectiva distinta por sus años de vida, pero con un relato común: la necesidad imperiosa de un cambio de rumbo, el conocimiento de que una vida mejor es posible si el modelo se reestructura y el Estado pasa a manos que buscan el bien común.

En unos de esos recorridos pude compartir con jóvenes quienes me desafiaron con tiros al aro. Para el registro, encesté más de uno, la perfecta simbología del momento que como partido y líderes de la oposición vivimos, encaminados a un final histórico y victorioso, con el mejor candidato, Luis Abinader, quien representa el cambio y la esperanza. Juntos, ganaremos, y construiremos un futuro diferente para el país.