POR: Carlos Manuel Estrella
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Soñar con caso infanta Cristina
Soñar no cuesta nada ha dicho el poeta y si al final los sueños son aspiración consciente o inconsciente, expectativa de lo que puede o no acontecer, vale insistir en búsqueda quijotesca y constante de realizar la proclama constitucional del estado social y democrático de derecho. El Reino de España, la Madre Patria, ofrece la oportunidad de aspirar a que esa herencia hispana se transmite al solar insular caribeño que hace cinco siglos fue etiquetado cuna de civilización americana e inició la primera globalización en la frontera de aquel 1492 que separó etapas históricas.
El brazo de la justicia española ha llegado al corazón monárquico, sin importar jerarquía, tradición ni otras condicionales limitantes del ejercicio pleno de poderes públicos, usuales en pueblos maconquianos como el dominicano, y ha llevado a juicio a una hija de los reyes, jefes del Estado.
Por el “Caso Nóos”, trama fraudulenta contra administraciones públicas que distrajo fondos millonarios y en que el imputado yerno del rey Juan Carlos, Iñaqui Urdangarín, podría ser sentenciado a 17 años de prisión, arrastra a su esposa, Infanta Cristina, interrogada por un juez de instrucción.
Las imputaciones del proceso, destapado en 2010, abarcan ilícitos fiscales de malversación, fraude, prevaricación, falsedad y blanqueo de capitales tipificados por el juez instructor José Castro, quien formalizó la acusación a la hija de los reyes el 7 de enero pasado y la citó a interrogatorio.
Por primera vez en España un miembro de la corona es llevado a juicio. La infanta fue sentada en el banquillo de acusados e interrogada por casi siete horas. ¿Cuándo pasará algo parecido aquí?, ¿cuándo se alcanzará madurez institucional para juzgar a poderosos e hijos por corrupción? .
La justicia debe ser igual para todos. Hay que soñar con acabar la impunidad e imitar el ejemplo de la Madre Patria.

