Opinión

Puntos… y picas

Puntos… y picas

POR:  Carlos Manuel Estrella

puntosyenfoques@hotmail.com

 

Balance y expectativas

 

Terminó 2013, se pasó balance según el prisma de cada quien, se proyectan expectativas ante el nuevo período calendario y recomienza la cotidianidad con renovado optimismo, persistencia en la factibilidad de ayudar a construir una mejor nación para todos, con equidad y solidaridad.

La ocasión es propicia, en lo personal y profesional, para renovar el compromiso con la búsqueda de la verdad, entendida en sentido filosófico como realidad objetiva de las cosas y, dentro del oficio, como primera responsabilidad frente al público, parte intrínseca de ética.

Desde diferentes ámbitos y quehaceres, cada ciudadano debe cuestionar su rol y sentido mismo de existencia como parte del conglomerado social y político que mantiene un vínculo umbilical con el concepto abstracto de Estado que se concretiza en población, territorio y gobierno.

La situación actual de la República plantea retos inmediatos e inminentes para su supervivencia misma, sin caer en extremos fundamentalistas, xenofobia incluida, para abrevar en pensamiento y vida del padre de la nacionalidad y otros prohombres de ideales liberales.

Una decisión jurisdiccional no es panacea ni soluciona males ancestrales, tampoco el contenido formal, positivo e ideal de la Constitución, concebida para favorecer pretensiones de élites políticas perpetuarse en control de todos los resortes del Estado, como “era” de duración anunciada.

El indiscutible deterioro moral y falta de institucionalidad que corroe la estructura estatal, la descomposición familiar evidencia de crisis en la célula básica de la sociedad junto a la corrupción e impunidad, generadoras de delincuencia e inseguridad, se constituyen en peligrosos detonantes del caos.

Las señales de la crisis están ahí. Toca a cada quien ubicarse en la trinchera que demandan las circunstancias ante la profundización del caos que hará irreversible el estallido generador del cambio real, no cosmético ni estilístico, en la estructura económica, política y social. Es más que evolución.

El Nacional

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