Macondo delictivo en PN

POR: Carlos Manuel Estrella
puntosyenfoques@hotmail.com

La macondiana sociedad dominicana aporta a la enciclopedia de lo insólito sucesos delictivos alineados en la consigna “lo que nunca se había hecho” cuya ocurrencia es una rareza generadora de risas, incredulidad y preocupación por la gravedad que implican para la paz ciudadana.

De manera casi simultánea dos oficiales superiores de la Policía son víctimas de delincuentes en sus lugares de trabajo, nada más y nada menos que las sedes policiales de las direcciones Cibao Central y Sur, es decir, en Santiago y Barahona.

El Nacional lo refleja en titulares del lunes pasado: “Roban en oficina vocero de PN Santiago” (pág. 4) y “Roban motocicleta en Regional de la Policía” (pág. 13), en perjuicio de coronel y mayor, este último paradójicamente encargado del departamento contra robos en Barahona.

La alta frecuencia de hechos delictivos con exposición mediática continua provocan insensibilidad, el “dejar pasar y dejar hacer” y estimulan a considerarlos “normales”, favorecidos por impunidad y sin consecuencias más allá del sensacionalismo de prensa.

Sucesos como estos y otros también escandalosos, merecen mayor atención y mejor respuesta al clamor ciudadano de más eficiencia y eficacia contra la delincuencia, sin que la Policía se convierta en tribunal para ejecutar a mansalva presuntos o reales delincuentes en “intercambios de disparos”.

Determinar los autores de estos dos robos no es difícil si hay interés en atraparlos y sentar precedentes, además de que conviene a la imagen institucional para devolverle parte de la credibilidad perdida y creciente percepción de que la Policía anida, promueve y mantiene la delincuencia. Si no hay eficiente labor preventiva ni seguridad en recintos de la propia Policía, el ciudadano se pregunta, entonces, quién podrá defenderle, sin posibilidad de que surge un Chapulín con astucia tal, capaz de revertir la creciente inseguridad y delincuencia, con secuela violenta.

¡Qué siga la profilaxis!