El “factor Quirino”
La sorpresiva llegada al país desde Estados Unidos, donde purgó condena por narcotráfico, de Quirino Ernesto Paulino Castillo ha desatado el avispero con nuevo giro a sus declaraciones que expanden el radio de acción y vinculación real o ficticia con sectores de poder político y militar.
De buenas a primeras su entrada normal por el principal aeropuerto el 27 de febrero, sin tener asuntos pendientes en justicia local y en ejercicio de derechos y libertades, a pocas horas del presidente de la República dirigirse al país, llegó a opacar impacto al discurso de rendición de cuentas.
En prensa escrita, cauta en reproducir primeras declaraciones de Paulino Castillo a medios radiales y televisivos, su llegada se ha convertido en noticia principal con seguimiento continuo y dominio en agenda de opinión publicada y en también en opinión pública.
Reacciones de nuevos actores públicos mencionados por el convicto, extraditado en 2004 por traficar drogas desde ocho años antes según seguimiento de la DEA estadounidense, evidencian ligazón a sectores políticos y militares que le protegían en sus actividades locales.
El revuelo causado por este personaje hace pensar en llamarle “factor Quirino”, no de matemáticas, porque sus revelaciones, imputaciones y denuncias, se multiplican como fábrica interminable para formar un producto que tendrá incidencia electoral en 2016.
Si bien el asunto podría reducirse a conflicto entre particulares, materia de derecho civil, por cobro de acreencias cuya certeza valoraría el tribunal luego de intimación pago y demás procedimientos legales, la principalía pública de supuesto deudor obliga a salvar imagen de potencial daño electoral.
Y si como alegado acreedor, no recurriese a vía judicial para recuperar RD$200 millones que asegura le debe Leonel Fernández, entonces el ex presidente de la República debería encausar al exnarco.