Acerca del periodismo
El 5 de abril de 1821, antes del nacimiento de la República, es la fecha que inicia el periodismo en la parte este de la isla Hispaniola o Santo Domingo Español, con la publicación del primer número del semanario “El telégrafo constitucional de Santo Domingo”, dirigido por Antonio María Pineda.
Han transcurrido 201 años a la fecha, lapso en que han ocurrido por lógica evoluciones y transformaciones importantes en el periodismo tanto con el salto tecnológico, de formatos y plataformas, como con el contenido que siempre ha debido cumplir la esencia inherente al compromiso del oficio.
La labor de informar no es simple ni sencilla, comporta un compromiso con la verdad, o realidad objetiva de las cosas, y con la función de ofrecer a las distintas audiencias, en este tiempo de sorprendentes velocidades para transmitir datos de cualquier tipo, información veraz, completa y oportuna.
Las pos verdad y las mentiras son impropias del periodismo, pueden ser moda y expresión de manipulación mediática porque la noticia para tener esta calidad debe ser veraz, de manera que es un soberano disparate de este tiempo llamar “fake news” (noticia incierta) a lo difundido como falsedad.
A pesar del sofisticado andamiaje tecnológico que hace posible que toda persona pueda, hasta con apoyo de la Constitución, realizar la labor propia del periodismo, es decir, buscar y difundir por cualquier medio y sin censura información de interés público, eso es otra cosa distinta a tan noble oficio.
Estas disquisiciones coincidentes con la efeméride del periodismo son válidas para separar la paja del trigo, deslindar campos, llamar a cada quien por su función esencial y respetar la noble, trascendente y fundamental labor para la democracia y convivencia que es la del verdadero periodista con ética.