A orillas del rio Guadalquivir se encuentra la histórica ciudad española de Sevilla, cuna de poetas andaluces, entre ellos Vicente Alexandre, Gustavo Adolfo Becquer y los hermanos Machado.
Su nombre proveniente del indígena tartesio “Spal”, significa tierra llana. Con una población de más de 700,000 habitantes, Sevilla es la cuarta ciudad en volumen de España, después de Madrid, Barcelona y Valencia.
Su clima mediterráneo, sus veranos intensos y sus moderados inviernos la hacen una ciudad particularmente cálida y agradable. Con temperaturas que oscilan los 19,2 grados Celsius durante gran parte del año y llegando varias veces a más de 40 grados, Sevilla es la ciudad más calurosa de España.
Su casco urbano repleto de historia, nos muestra la metamorfosis que ha experimentado la ciudad a lo largo de su historia.
Con una fuerte influencia arquitectónica árabe, visigoda y romana es fácil apreciar la diversidad de estilos, resaltándose el barroco, gótico y renacentista, entre otros. Sevilla es la ciudad con más monumentos catalogados en Europa, por lo que se destaca notablemente en ese aspecto.
Entre estas maravillas están: la Catedral, la Giralda, el Alcázar y el Archivo de Indias todos declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Fue en Sevilla donde se estableció la famosa “Casa de contratación de Indias”, institución que reguló el comercio con el nuevo mundo, dándole a España total supremacía por mucho tiempo.
La ciudad también alberga el Archivo de Indias, donde se encuentra el mayor acopio de documentos relativos a las colonias, cuya increíble dimensión abarca unos nueve kilómetros de estantería.
El flamenco es sin duda uno de los mayores atractivos culturales de la ciudad, siendo este oriundo de la misma región. Nombrado por la UNESCO Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2010, se ha convertido en una marca ciudad que distingue a sus habitantes y que llena de alegría a quienes la visitan.
Es una ciudad que conserva el espíritu español puro, ese de competitividad y orgullo, por eso el deporte se hace presente durante todo el año, en especial el futbol, que con sus equipos Sevilla FC y Real Betis concitan el entusiasmo de sus locales.
La comida sevillana, mediterránea por demás, es una combinación de sabores y aromas de la España tradicional. No se sorprenda si a la hora del almuerzo le invitan a un “tinto de verano”, que no es más que vino tinto con gaseosa.
España es un pueblo altamente católico, por lo que Sevilla no se escapa a esta realidad. Es bien sabido que sus tradicionales y vistosas celebraciones tienen fama mundial, siendo las más destacadas Semana Santa y la Feria de Abril.
Hablar de Sevilla es evocar el pensamiento del torero Rafael Gómez Ortega (El Gallo): “Lo malo no es que los sevillanos piensen que tienen la ciudad más bonita del mundo. Lo peor es que puede que tengan hasta razón”.