En Acroarte

Crisis inédita

La crisis que sacude a la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte) tras sus polémicas elecciones se ha tornado tan aguda que podría marcar la división de una entidad que viene de capa caída y cuyos premios, para colmo de males, también han perdido prestigio.

De la decisión de los tribunales, que han sido apoderados del conflicto, dependería la suerte y la unidad de un gremio que con sus altas y sus bajas ha desempeñado su rol en el reconocimiento del trabajo de artistas, locutores y productores de radio y televisión.

Tras declararse un empate entre las planchas encabezadas por los cronistas Fausto Polanco y Alexis Beltré, lo que sugería la convocatoria de nuevas elecciones, el presidente de la comisión electoral, Carlos Cepeda Suriel, decidió variar los resultados.

Así un voto que con la intervención de un notario público fue declarado nulo en la filial de Nueva York, sorpresivamente fue validado por la comisión para declarar ganador a Beltré.

La decisión determinó que en protesta Sara Hernández, secretaria general de la plancha encabezada por Beltré, no se juramentara y que el presidente de la filial de Acroarte en Florida, Isidro Barros, renunciara del gremio.

Para atizar más el fuego se habla de que la decisión de Suriel obedeció a intereses políticos. Los cronistas no son críticos de arte, pero hacen su trabajo sobre el mundo del espectáculo. Es penoso que Acroarte trille los senderos de la división por una crisis en que, hasta pruebas en contrario, se vulneraron las reglas de juego.