Un arte nuevo recorre las calles de República Dominicana, pese a los muchos años que tiene de tradición en el mundo.
Quienes han viajado a Europa y Estados Unidos, habrán notado que en plazas y parques, aparecen estos personajes, normalmente inmóviles y que pueden tener un efecto de movimiento cuando se les deposita una propina.
El arte escénico-público de las estatuas vivas tiene una historia tan antigua como el teatro mismo, del cual surge, hasta especializarse hoy como una expresión con sus propias normas, tomando los recursos de maquillaje, vestuario, movimiento escénico, congelación de movimiento, iluminación y otros, para lograr el impactante efecto de presenciar una escena congelada, normalmente vinculada a algún mensaje.
Las «estatuas vivientes» se originan en la Grecia Clásica, inicialmente consistente en disfrazarse de estatua para espiar al enemigo sin ser visto.
Pero también se tiene constancia de que en el Antiguo Egipto ya se practicaba esta forma de teatro. Hay dos tipos de estatuas: Las «clásicas», estáticas en una sola pose o dos. y las de «performance», que combinan la quietud con baile, música o algún movimiento cuando alguno de los espectadores les regala una moneda.
Un arte definido
Guillermo Liriano, actor y director de Festevivas, junto a un equipo, es responsable del florecimiento de este arte en las calles de Santo Domingo y otros puntos. Anteriormente, esta manifestación se limitaba a las Ferias del Lib ro y todavía le quedan por conquistar los parques y espacios de recreación, como una manifestación artística que rompe la cotidianidad y espera, tan solo, una moneda.
Un Apunte
Festevivas 2013
El IV Festival de Estatuas Vivas se desarrolló el pasado fin de semana en el parque Colón y en la Plaza Güibia de Santo Domingo y el paseo malecón de Samaná, con la coordinación de Guillermo Liriano y Claudia Lizardo, gestores del arte.
