La Casa de Alofoke 2 no solo mantiene en vilo a los espectadores, sino también a quienes la hacen posible.
Santo Domingo. – Desde el pasado 20 de octubre, millones de personas en República Dominicana y el extranjero se conectan día y noche a YouTube para ver La Casa de Alofoke 2, el ambicioso reality show producido y encabezado por Santiago Matías, “Alofoke”.
Lo que muchos no ven detrás de cámaras es la maquinaria humana y técnica que hace posible esta transmisión ininterrumpida, en una casa de más de dos mil metros cuadrados, equipada con 48 cámaras y una inversión que sobrepasa los dos millones de dólares.
Mantener en pie esa operación 24/7 es, en palabras de su propio equipo, “un reality fuera del reality”.

Una producción colosal
Para el productor Manaury Jorge, el salto entre la primera y la segunda temporada ha sido monumental.
“La primera temporada tenía 28 cámaras; esta tiene casi 50. Esta casa es cuatro veces más grande que la primera, el personal técnico se duplicó, y todo debe funcionar sincronizado”, explica.
El equipo supera las 50 personas, divididas en turnos rotativos que rara vez descansan.
“Dormimos tres o cuatro horas y volvemos otra vez para acá. Todos vivimos prácticamente aquí”, confiesa Manaury. “Hay un reality fuera del reality.”


El ejército detrás de las cámaras
En declaraciones para El Nacional, la productora Yubelina Familia describe al equipo como “un ejército de jóvenes” comprometidos con demostrar que en República Dominicana se puede producir contenido de calidad e innovación.
Puedes leer: Cárceles en crisis: ¿cuánto cuesta realmente transformar el sistema penitenciario?
“Somos más de 40 personas que trabajamos por turnos. Aquí hay sacrificio, porque estamos lejos de nuestras familias, pero lo hacemos con el corazón”, afirma.
Yubelina asegura que la convivencia entre técnicos, productores y creativos es tan intensa como la de los propios participantes.
“Desde la gerencia hasta el último soldado, somos una familia. Esta convivencia nos ha hecho más fuertes.”
El reto creativo de guionar lo impredecible

En una casa donde todo puede pasar, el guionista Manuel Galán enfrenta un desafío distinto al del cine, su área original.
“Aunque uno tiene un guion preestablecido, las cosas cambian en el momento. El guion es lo que ellos viven en la casa. Hay que crear en tiempo real, según su estado de ánimo y lo que ocurra.”
Galán destaca que el público también se ha convertido en parte activa del proceso.
“Siempre leemos los comentarios y los superchats. El público influye mucho en las dinámicas. Nos guiamos de lo que dicen y de los números.”
Su experiencia, dice, ha sido “adictiva”: “Cansa bastante, pero uno sale de aquí y al rato quiere volver. Es un trabajo brutal, pero contagioso.”
Más espacio, más cámaras, más historia
El director de producción Manuel Fraíz Grijalba confirma que la magnitud de esta segunda temporada representa un salto técnico sin precedentes en el país.
“Después de la primera temporada, el reto fue multiplicar todo: más participantes, una escenografía mucho más grande, y superar las expectativas del público. En este proyecto hay más de todo: más espacio, más días, más trabajo.”

El guion, dice, se actualiza “segundo a segundo”: “Uno plantea dinámicas, pero todo depende de cómo reaccionen los participantes. Nada está escrito.”
Momentos que humanizan el espectáculo
Entre cámaras, micrófonos y luces, el equipo también vive los momentos más sensibles del programa. Tanto Yubelina como Manaury coinciden en que uno de los episodios más conmovedores fue el testimonio del expelotero Luis Polonia, quien habló sobre su hijo fallecido y otro que participó en un robo en su propia casa.
“Fue un momento histórico y épico. Nos recordó que detrás de cada figura hay una historia humana”, dice Yubelina.

El liderazgo
Aunque la figura de Santiago Matías es omnipresente frente y detrás de cámara, su equipo lo describe como un líder colaborativo.
Puedes leer: Galletas mocanas: 58 años de tradición artesanal
“Santiago es un líder visionario que se deja guiar, que escucha y toma decisiones por consenso”, afirma Yubelina.
Y si algo ha quedado claro en esta segunda entrega, es que su visión no se limita al entretenimiento, sino a elevar los estándares de producción audiovisual en el Caribe.
Un fenómeno en pantalla
El impacto del proyecto se refleja en los números. Durante los momentos de mayor audiencia, más de 1.5 millones de dispositivos se conectan de forma simultánea, una cifra inédita en producciones dominicanas.

“Nos preparamos para el éxito, pero no imaginamos tener millones de dispositivos conectados, incluso viendo a los participantes dormir”, confiesa Yubelina entre risas.
Por si fuera poco, La Casa de Alofoke 2 no solo aspira a cautivar al público, sino también a hacer historia. Con la mira puesta en romper un Récord Guinness como la transmisión en vivo más larga realizada en YouTube.
El reality que no duerme
La Casa de Alofoke 2 no solo mantiene en vilo a los espectadores, sino también a quienes la hacen posible.

El sacrificio, la creatividad y la entrega del equipo sostienen lo que ya muchos califican como un hito que consolidaría al proyecto como la producción digital más ambiciosa jamás emprendida en República Dominicana y una de las más grandes de América Latina.
Y mientras el reloj corre y las cámaras siguen encendidas, La Casa de Alofoke 2 confirma algo más allá del espectáculo: que detrás del ruido, las risas y las polémicas, existe un ejército que no duerme para mantener vivo el reality más visto de la región.
