JIMANí, Independencia. Aún quedan residuos, recuerdos y dolor en los familiares de las más de 400 personas que perdieron la vida en la crecida del río Blanco, en esta zona fronteriza, la madrugada del 24 de mayo de 2004, hace ya 13 años.

En la tarde de ayer, decenas de personas acudieron al sector Las 40, el lugar del trágico acontecimiento, donde se erigió un monumento para honrar a las víctimas.

A pesar de que el padre Jesús María Amatria en una misa llamó a mantener viva la fe para disminuir el dolor que destruye a los seres humanos, se observaba viva la pena y el dolor. Aún podían verse los rostros cabizbajos de las personas, amigos y familiares que hace 13 años perdieron a sus seres queridos en la tragedia del río Blanco.

Duelo municipal

El Ayuntamiento de aquí emitió una resolución para declarar cada 24 de mayo como día de duelo municipal, el cual fue acogido por centros educativos y otras instituciones.

Anoche entidades religiosas organizaron un concierto en el multiuso bajo techo “Profesor Héctor Marino Pérez Novas”, donde presentaron el grupo de fama internacional Barak, declarado visitantes distinguido por el Cabildo.