Entre 25 a 30 millones de personas en América Latina y el Caribe corren el riesgo de retornar a la pobreza a causa del desempleo, exclusión social y concentración de la riqueza, un peligro que República Dominicana debe afrontar prontamente.
La administradora del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Helen Clark, dijo ante el VIII Foro Ministerial para el Desarrollo del Continente que para evitar ese retroceso se requiere de mayor acceso al empleo, a la protección social o lo que define como crecimiento incluyente.
Ya antes, el presidente Danilo Medina formuló similar advertencia al comparecer ante la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU), donde también denunció la injusta relación de comercio entre países desarrollados y naciones en vía de desarrollo.
Millones de personas que habían logrado superar la pobreza en Brasil, Venezuela y Argentina, han retornado a esa condición a causa de la conjunción de severas crisis económicas, políticas y sociales, lo que debería servir de espejo aquí a Gobierno, clase política, empresariado y sociedad civil.
En ese mismo foro, la vicepresidenta Margarita Cedeño definió la pobreza como un monstruo de siete cabezas que deben ser cercenada para evitar un pronunciado retroceso hacia la pobreza y marginalidad, lo que obviamente se convierte en caldo de cultivo para la ingobernabilidad política y social.
Durante la primera gestión del presidente Danilo Medina, cerca de 900 mil personas superaron la condición de pobreza extrema o moderada, según estadísticas oficiales, pero prevalece el riesgo de que a causa de un no previsto mal tiempo, gran parte de esa colectividad retorne a la condición de inequidad.
Se requieren políticas públicas que promuevan inclusión social y económica a través de mayor generación de empleos dignos, más justa redistribución del ingreso y del irrenunciable compromiso de ampliar el sistema de Seguridad Social hasta cubrir a toda la población.
Naciones que durante años experimentaron gran crecimiento de su Producto Interno Bruto (PIB) y lograron que amplias franjas poblacionales superaran la condición de pobreza, están hoy sumidas en un crónico decrecimiento económico que genera miseria y exclusión. Ese riesgo de retroceso prevalece aquí.