¿Qué Pasa?

Riesgos de la vida sedentaria

Riesgos de la vida sedentaria

Constantemente escuchamos hablar del sedentarismo, que es ese ritmo de vida sin hacer ejercicios que muchas personas llevan, poniendo como excusa la falta de tiempo y el cansancio por el trabajo.

Llevar una vida sedentaria es más peligroso de lo que imaginamos, pues puede ser una causa de muchas enfermedades crónicas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), al menos un 60% de la población mundial no realiza la actividad física necesaria para obtener beneficios para la salud.

La coach, personal trainer y nutricionista, Panda Fit, explica que “el ejercicio o movimiento físico es necesario para el cuerpo. El no mantenerse en una actividad física como mínimo dos días a la semana más de 30 minutos nos convierte en personas sedentarias y esto afecta tanto al cuerpo, que nuestros tejidos se intoxican causando rigidez muscular, siendo cada vez da más difícil hacer cualquier movimiento, por ejemplo, doblarse a amarrar los cordones y es donde comienza a atacarnos en los grupos musculares”.

En ese sentido, la experta destacó que “el sedentarismo mata más de seis millones de personas al año”, debido a que el estilo de vida inactivo causa hipertensión, diabetes, obesidad, colesterol, osteoporosis, entre otras.

Tiempo y paciencia

Pasar del sedentarismo a un estilo de vida más activo o saludable, es un proceso que conlleva tiempo y paciencia, por lo que para ir acostumbrando el cuerpo es bueno iniciar despacio, y a medida que pasen los meses agregar de forma gradual más ejercicios, recomienda la coach, quien motiva a sus seguidores a entusiasmarse por el fitness.

“Si el estado físico de la persona no es muy bueno, se debe empezar por entrenar un mínimo de fuerza (ejercicios de musculación) puede ser trote suave, bicicleta estática o elíptica sin olvidar hacer ejercicio de calentamiento antes de la actividad”, dijo.

Panda Fit afirmó que como al ser humano le gusta sentirse acompañado y motivado para arrancar una nueva meta es importante que al comenzar a ejercitarse se busque un cómplice que lo ayude a adaptarse.