La narrativa en República Dominicana tiene buena salud, por lo que lo sucedido en el Festival de Narradores, actividad pautada dentro del 6to. Festival Cultural Ana Luis Arias en el Recinto San Francisco de Macorís y diversos colegios, no puede tomarse como un simple estornudo, ya que las lecturas, los talleres, la participación entusiasta de escritores, y algunas veces de estudiantes, muestran que hay disposición para impulsar y darle visibilidad a este género.
En eso de la buena salud coinciden, editores, narradores, y gente afines, además en esos afanes del escribir, quienes dictaron charlas, leyeron textos cortos y largos, ofrecieron conversatorios-talleres sobre microrrelatos que contribuyeron a llenar un programa rico de actividades.
Por los títulos de las conferencias uno se da cuenta de que la calle se ha impuesto a los narradores: “La pámpara prendía”, aunque otras más clásicas: El cuento infantil en la motivación lectora”, de Rafael Peralta Romero.
En ese contexto fue que estuvo un veterano ya en el arte de narrar como lo es el novelista y cuentista Pedro Antonio Valdez, -organizador del evento junto a Noé Zayas-, con varios libros y lauros al hombro, quien resaltó la importancia de este festival, ya que los autores se mezclan y se observan y analizan las propuestas que trae cada uno.
De que haya o no más gente escribiendo no está seguro, pero sí que la visibilidad es mayor.
En un ambiente de gente reflexionando sobre la narrativa y tomándose un café, fue que el cuentista Víctor de Frías afirmó, sin muchos aspavientos, que lo importante de este tipo de eventos es el relacionarse y conocer otros escritores. Aunque reconoció que el público estudiantil estaba ahí muchas veces no por ser un ente cautivo, pero lo vital es que el festival se ha ido consolidando año tras año. “Las relaciones perduran”, dice Víctor.
Entre los temas que se trataron están el microrrelato, el estilo y cómo escribir cuentos.
Ese contexto de buena vibra y camaradería entre escritores fue destacado también por la poeta y cuentista Marivell Contreras, quien calificó la experiencia del festival de narradores como estimulante y excitante y aseguró que la experiencia con la narrativa es académica, diferente al de la poesía que es lúdica.
Leonardo Nin dictó una aplaudida conferencia que llamó la atención y en la que queda la frase: “No dejemos que sean los “demboseros” quienes inventen las palabras, hagámoslo nosotros los escritores”.
Ángel Concepción (Yeyé) afirmó que vivió experiencia fabulosa con más de trescientos estudiantes, mezclando rap y poesía, música y literatura.
Vladimir Tatis, Bladimir Ramos, Natasha Batlle, Luesmil Castor, también mostraron su entusiasmo por estar en un festival, en el que dijeron que aprender y escuchar resulta fundamental. Y todo esto sin tiraderas ni egos.
El evento llevado a cabo del 18 al 26 de febrero contó con la participación de escritores extranjeros, como el costarricense Guillermo Acuña, quien centró su lectura y reflexiones sobre la importancia que ha tenido la crónica en los últimos tiempos, y el drama de la inmigración para retratarlo en un género que cada día cobra más vigencia en Centroamérica.
“La crónica es un género compatible con la literatura”, autor del texto Por vivir en quinto patio”, libro de relatos sobre el cantante Memo Neyra, cantante-mito costarricense.
El festival se desarrolló en un ambiente en que los participantes reflexionaban sobre la narrativa.
Entre los temas que se trataron están el microrrelato, el estilo, cómo escribir cuentos, poetas narradores, y narradores que poetizan, todos platos fuertes, diseminados en colegios como Ercilia Pepín, Evangélico, Renacimiento, Episcopal, Pedro Francisco Bonó, y los liceos Pedro H. Ureña y Científico.
Aportaron a este hágase el cuento, José Martín Paulino, Nan Chevalier, José Regalado, Rafael Peralta Romero, Eugenio Camacho, Luesmil Castor, Quilbian Castillo, Carlos Peñafiel (México), Emilia Pereyra, Mateo Morrison.
El autor es periodista y escritor.
