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Sanear el río Ozama es una aspiración que viene de lejos: Balaguer, Leonel, Hipólito, Danilo, Abinader. Según estudios, entre 1970 y 2017 se anunciaron 13 proyectos para sanearlo. Ese saneamiento no solo ha sido una aspiración del gobierno central, también de los gobiernos locales.
Agosto del 2008 “los alcaldes del Distrito Nacional y Santo Domingo Este, Roberto Salcedo y Juan de los Santos se reunieron con el entonces jefe de la Marina de Guerra, Julio César Ventura Bayonet, para buscar soluciones al grave problema de contaminación de los ríos Ozama e Isabela”.
Estas intenciones permitieron esfuerzos conjuntos que, de manera esporádica, se materializaban en jornadas de limpieza, declaraciones de intenciones, anuncios oficiales de saneamiento, etc.
Sanear el rio Ozama es una decisión política porque requiere voluntad política, pero también es una necesidad nacional, por muchas razones: El río es la puerta de entrada a la primera ciudad del nuevo mundo, a nuestra ciudad Colonial b. Se han gastado a la fecha más de 230 millones de dólares en diversos programas y proyectos de recuperación de la ciudad colonial, financiados de manera conjunta por el sector privado y el Estado, incluyendo préstamos del Banco Interamericano.
El barrio de Santa Bárbara, abandonado por décadas, ha sido recuperado con una cuantiosa inversión. Los proyectos de Domingo Savio elevarán el nivel de vida de miles de personas y reordenarán las márgenes del río.
Las intervenciones del gobierno a través de URBE El saneamiento viene desde el traslado de los desguaces. La recuperación de sus zonas marginales. El sector privado se ha comprometido con el saneamiento.
Fundación Tropigás. Este gobierno ha escuchado el reclamo de una sociedad, y con ello le da continuidad de Estado a las ejecutorias hechas por gobiernos anteriores, tanto para embellecer la ciudad colonial, como para sanear el río Ozama, porque es un reclamo viejo.
Por. Pedro Jiménez
jimenezpedro27@gmail.com