¡Navidad! El día que los niños esperan con emoción. El próximo 24 de diciembre, millones de pequeños irán a dormir con la ilusión y la emoción de que Santa Claus, ese personaje de traje rojo, y barba blanca como la nieve, llegue a sus casas acompañados de sus renos, a dejar esos regalos que le notifican que en realidad este año se portaron muy bien.
Esta mentirita “piadosa” cargada de fantasía, propagada durante tantos años, generación tras generación, ¿Es correcta?
Según la psicóloga infantil, Yesmin Meyer, no es correcto mentirles a los niños en ningún sentido.
“Debemos tener claro que no es saludable mentirles a los niños en ningún sentido, nosotros enseñamos a los niños a tener sentido de realidad, pero siempre, claro está, eso no significa que vamos a contarles la verdad sobre las cosas, sin adaptarlas a su edad y capacidad, tanto cognitiva como emocional”, manifestó la profesional.
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Continuó diciendo que es importante que siempre se comunique con sinceridad, así se enseña a los niños a decir la verdad, además de enseñarles a conectar con la realidad, con sus sentimientos y aprender a aceptar las cosas tal y como son.
“Ya sea sobre Santa Claus, los Reyes Magos, etc, en muchas ocasiones cuando el niño realiza la pregunta si Santa es real, ya lo viene sospechando y ya se encuentra en la etapa de desarrollo donde empieza a distinguir lo que es la ficción de la realidad. Si a larga el niño se va a dar cuenta ¿Para qué mentirle?” se preguó Meyer al ser entrevistada para Que Pasa.
Agregó que si el objetivo de los padres es incentivar su nivel imaginación, jugar con ellos y compartir con ellos, es una manera saludable, sin necesidad de mentirles sobre este tema.
“A veces el miedo del padre puede ser que el niño pierda su capacidad de imaginación o se decepcione, pero eso no va a suceder, la capacidad imaginativa del niño de crear un mundo en su mente es parte del mismo desarrollo del niño y continuará de forma apropiada, de acuerdo a su etapa del desarrollo”, expresó la especialista del Centro de Atención al Desarrollo Infanto-Juvenil y la Familia (CIADIF) y la Fundación Luzma.
