No tenemos Presidente
Con la ilusión de ver caer la centenaria «maldición de la cabra», George, -mi hijo varón- y yo, nos acomodamos frente al televisor. Con la anuencia de Reina (La madre superiora) nos preparamos para tener un «miércoles de cenizas». Todo iba de maravillas hasta que en el teléfono se escuchó una voz como la de […]