POR: Leandro Guzmán

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El creciente rescate de nuestra Memoria Histórica, compuesta por acontecimientos, valores y figuras patrióticas, pilares de nuestra democracia, es una prueba de que en el alma del pueblo dominicano se anida la esperanza de un mejor destino. Cada año, son más multitudinarios los actos mediante los cuales se recuerdan las hazañas de quienes ofrendaron sus vidas por la libertad, sin más satisfacción que la del deber cumplido.

Entre los hechos patrióticos más recordados, después de la Independencia y la Restauración de la República, están las expediciones armadas contra la tiranía trujillista de los días 14 y 20 de junio de 1959, como también a personajes como Manolo Tavárez, sus compañeros y las Hermanas Mirabal, la última de las cuales, doña Dedé, entrego su vida a fortalecer de manera heroica la memoría universal de sus hermanas y que juntas hoy el señor la tenga en su santa gloria.

El líder inolvidable del 14 de Junio, Manolo Tavárez, encabezó el primer intento guerrillero de la juventud dominicana por restaurar la Constitución del 1963 y el gobierno democrático del profesor Juan Bosch, vulnerados por un fatídico Golpe Militar.
Cada año las fuerzas vivas del pueblo dominicano recuerdan esas luchas y sus héroes, como muestra viva del recuerdo a su sacrificio por la Patria. El año pasado, al cumplirse el 50 aniversario del fusilamiento de Manolo y sus compañeros en las montañas, el presidente Danilo Medina designó una comisión oficial para conmemorarlo.

Todo eso está muy bien y lo celebramos, pero creemos que es necesario motorizar un Movimiento encaminado a hacer cumplir los ideales del 14 de Junio, entre los cuales figura preponderantemente la necesidad de crear en nuestra Constitución la figura de la Asamblea Constituyente, única mediante la cual el pueblo puede canalizar sus legítimas aspiraciones.

En esa tarea pueden jugar un rol estelar las Fundaciones Patrióticas, entre ellas la de Constanza, Maimón y Estero Hondo, sin limitarse a ceremonias que se olvidan tres o cuatro horas después. En resumen, pasar de las palabras a los hechos. No es posible que en el país no haya hombres y mujeres suficientes para crear conciencia y que se logre la Asamblea Constituyente.

Se dirá que para eso se necesita un liderazgo, y es cierto, pero si el presidente Danilo Medina, así como tomó en cuenta el reclamo para conmemorar en grande la muerte de Manolo el año pasado, asume desde ahora la tarea de crear la Asamblea Constituyente, habrá cumplido un sueño de las hermanas Mirabal, además de que daría un empuje tremendo a la rueda de la Historia.