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Seguridad privada un mal necesario en RD

Seguridad privada un mal necesario en RD

Es común observar guardianes uniformados en un simple “pica pollo”, o un centro de llamadas en un barrio marginado cualquiera, así como en cualquier famosa joyería del centro de la ciudad.

¿Y a qué se debe esto?

Es que la seguridad privada se está convirtiendo en el país en un mal necesario, debido al auge de la delincuencia y la incapacidad de la Policía Nacional en cubrir con su patrullaje todas las áreas urbanas.

A juzgar por los hechos que con frecuencia se reportan, una parte importante de la población está poniendo sus vidas en manos de “guachimanes” a veces especializados, pero en lo general bajo la guarda de incapacitados que no tienen el mínimo miramiento para matar a quien o quienes pagan para que los cuiden.

Para quienes utilizan sus servicios, en especial bancos, empresas, ricos y personas de la clase medida alta, se trata de una disyuntiva de difícil elección en la que hay que escoger entre una solución u otra: dejar tu seguridad a la suerte de los delincuentes o que te quite la vida el vigilante que contrataste para que te cuide.

A sabiendas de esta difícil disyuntiva, convertida en una especie de adivinanza, casi siempre se opta por una compañía de vigilante que, al entender del contratante, puede ofrecer las mínimas garantías de seguridad.

Los reportes

Sin embargo, la elección de una compañía parece ser un juego al azar, tomando en cuenta los reportes que a diario ofrece la Policía Nacional sobre los hechos delictivos que se cometen en el país.

Datos estadísticos a los que El Nacional tuvo acceso, indican que en el 60 por ciento de los casos delictivos participan de una u otra forma policías de bajo rango y “guachimanes” de diferentes compañías de seguridad.

Aunque no con números actualizados, las estadísticas precisan que una gran parte de los destinos a ser cuidados por los vigilantes terminan siendo víctimas de sus fechorías.

Los buenos

No obstante, todos no pueden ser sentenciados con la misma vara, pero sí tomar en cuenta el refranero popular que reza: una mala res echa a perder el ganado.

De ahí la necesidad de que las autoridades trabajen en la búsqueda de soluciones encaminadas a una mejor elección de personal que, a decir de algunos de expertos, casi siempre lo escogen de los militares y policías que son dados de baja,

En principio, las compañías de “watchman” fueron creadas con personal dado de baja de los cuerpos miliares y de la Policía, en su mayoría por malas conductas y practicas reñidas con la ley.

Los hechos en que casi a diario se veían envueltas las compañías de vigilantes obligó a sus propietarios a ser más drásticos con la escogencia del personal, a cuyos miembros se les exige uno que otro requisitos para poder optar por un puesto en una de estas empresas.

Los dueños

Las principales empresas pertenecen a altos oficiales retirados de las filas de la Policía, la Marina , el Ejército y la Fuerza Aérea, en virtud de los conocimientos que tienen esos oficiales en seguridad ciudadana.

Sin embargo, la alta preparación de ellos y rangos obtenidos en las instituciones a las que pertenecieron, contrasta con la de los vigilantes.

El tema, incluso, fue objeto de discusión en el encuentro continental que celebró en el 2011 en Ginebra el Instituto de Estudios Internacionales y de Desarrollo, en donde se determinó que los bajos salarios y la mala elección del personal, son los principales causantes de la problemática.

Los salarios

Vigilantes entrevistados sobre el particular revelaron que las empresas que más pagan ofrecen un sueldo de 12 mil pesos mensuales a cambio de 12 horas corridas de trabajo, con horarios rotativos y librando un día por cada uno laborado, con el agravante de que si el sustituto no lo releva tiene que seguir en el servicio.

En el encuentro de Ginebra del Instituto de Estudios Internacionales y de Desarrollo se determinó, además, que las empresas dominicanas de seguridad generan alrededor de 40,000 empleos directos y que el salario promedio mensual de los guachimanes es de 7,500 pesos.

Se determinó, además, que las compañías cobran un promedio de 60 pesos por hora al cliente, pero que de esa cantidad a penas pagan al vigilante un promedio de 20 pesos.

Cantidad

El último estudio sobre los guardianes privados en el Continente, revela que en República Dominicana hay más agentes de seguridad privada que policías, según el «Informe de Armas Ligeras 2011», publicado por el Instituto de Estudios Internacionales y de Desarrollo, durante una reunión en Ginebra.

En el informe también se destaca que los agentes de seguridad privada de América Latina son los más armados del mundo, con una tasa de posesión de armas por empleado diez veces superior a la de Europa Occidental.

Investigación

El incremento de la vinculación de agentes de seguridad privada en hechos delictivos motivó a que recientemente la Comisión Permanente de Interior y Policía de la Cámara de Diputados abriera una investigación a las compañías prestadoras de ese servicio.

Los resultados de la investigación, a cargo del diputado Elpidio Báez, hasta el momento no se conocen.

Superintendencia

El trabajo de estas empresas lo regula la Superintendencia de Seguridad Privada, organismo que entre otras funciones tiene a su cargo la capacitación del personal.

Consultado al respecto para la elaboración de este reportaje, el general de brigada Víctor A. Reynoso Hidalgo, superintendente de la Seguridad Privada, declaró que como parte del trabajo que realiza con miras a adecentar el trabajo de los vigilantes, se encuentra la capacitación de estos a través cursos impartidos por ese organismo periódicamente, donde además de recibir conocimientos en seguridad, son evaluados psicológicamente y se les practica la prueba antidopaje para de esta forma determinar si están aptos para laborar en el sector de la seguridad privada.

Eso forma parte de la regularización de las empresas de seguridad, al igual que las inspecciones, patrullas, auditorias, supervisiones, elaboración de resoluciones y circulares emanadas por esa institución, donde son trazadas las medidas de control y regularización del sector, con el objetivo de disminuir y prevenir las amenazas que puedan afectar la vida, la integridad o el tranquilo ejercicio de legítimos derechos sobre las personas y los bienes que reciben su protección, explicó.

“Con relación al trabajo que realizamos para mejorar las condiciones laborales de los guardianes, esta Superintendencia emite periódicamente circulares a las empresas de seguridad, para que se le dé fiel cumplimiento al salario establecido por el Comité Nacional de Salarios para los empleados de la seguridad, a la vez que servimos de mediadores ante el Ministerio de Trabajo cuando se nos solicita por parte de un empleado, ya que es quien tiene competencia legal para los asuntos en materia laboral, además de ser parte de nuestro Consejo Directivo”, manifestó Reynoso Hidalgo.

Como parte de las medidas preventivas para evitar que sean infiltradas personas en el sector para cometer fechorías, la Superintendencia, a través de su Dirección General de Inteligencia, envía periódicamente el listado de personal de nuevo ingreso de las empresas de seguridad, con la finalidad de ser depuradas y así lograr disminuir y prevenir que personas desapercibidas y con antecedentes penales formen parte de este sector.

UN APUNTE

Un Apunte

Más vigilantes que policías

En el 2011, el Instituto de Estudios Internacionales y de Desarrollo estableció que en República Dominicana hay más agentes de seguridad privada que policías. Mediante un «Informe de Armas Ligeras 2011», el organismo estableció que República Dominicana tenía en esa ocasión 30 mil agentes privados y 29.350 policías, lo que equivale a 650 más que los agentes que tiene la Policía custodiando las calles del país.
En el informe se destaca que los seguridad de América Latina son los más armados del mundo, con una tasa de posesión de armas por empleado diez veces superior a la de Europa Occidental.

EL DATO

Centro América
El estudio del Instituto de Estudios Internacionales y de Desarrollo indica que Centroamérica es terreno especialmente abonado para las empresas privadas de seguridad.