Urge un COD unido y fuerte
La mejor inversión que podría hacer cualquier gobierno, siempre será en el deporte, pues complementaría dos renglones vitales para el desarrollo de los pueblos, como la salud y la educación. Ahora bien, es un deber de quienes pagamos nuestros impuestos, cerciorarnos de que los recursos públicos presupuestados para el deporte nacional sean una inversión y no un gasto.
Es ahí donde se pone en juego la capacidad del Comité Olímpico Dominicano, para presentar a cualquier gobierno de turno una propuesta participativa, que incluya el sentir del movimiento deportivo nacional, sin exclusión y que garantice un retorno de calidad a la sociedad dominicana.
Ahora bien, la pregunta se hace inminente. ¿Está el Comité Olímpico Dominicano en capacidad de asumir un liderazgo creíble y respetable? Pienso que el COD no está en su mejor momento. Hay intereses de grupos que empujan esa entidad a la involución. El liderazgo de Luisín Mejía Oviedo está en declive, aunque no de una manera irreversible. Dependerá de su inteligencia
y sentido común, entender que ya no existen los liderazgos mesiánicos, y que estamos en los tiempos
del liderazgo compartido.
El país se merece una nueva cosmovisión en el deporte nacional, y ésto no puede ser obra exclusivamente de Luisín Mejia, sino, de la suma de todos los líderes del movimiento deportivo nacional que quieran hacer respetar la fuerza del deporte como un fenómeno aglutinador de masas.
El presidente del Comité Olímpico Dominicano tiene a su disposición el mejor valor agregado para salvar, no sólo su figura, sino al mismo organismo, que insisto, no está en sus mejores momentos y atraviesa por luchas internas y aspiraciones a destiempo y soterradas, como las del presidente de la Federación Dominicana de Baloncesto, el ingeniero Rafael Uribe, quien a pesar de recibir millones de pesos, no ha logrado exhibir un proyecto exitoso en su federación.
¿Y cuál es el mejor valor agregado que tiene el Comité Olímpico? Sencillamente, el profesor Nelly Manuel Doñé. Todos sabemos que el profesor Doñé es uno de los técnicos más capacitados del continente. Y su mayor aval ha sido
su acrisolada moralidad, demostrada en su dilatada
carrera de hombre público. De ese árbol debe asirse la dirigencia olímpica en estos momentos. Y es a Luisín Mejía que le corresponde, emprender todo un movimiento en torno a la respetabilidad y los conocimientos de ese viejo roble, que todavía entrega
lo mejor de su vida a la juventud dominicana.
El Comité Olímpico requiere un liderazgo que trascienda a sus federaciones y llegue
a los atletas. Pienso que se debe aprovechar más los conocimientos del profesor Doñé, quien con su personalidad ha logrado detener muchas crisis en el COD que no han llegado a la opinión pública. Hay que ganar tiempo, pues pienso que el maestro podría decir en cualquier instante como Roberto -Mano de Piedra- Durán “No más, estoy hastiado de tantas díscolas actitudes y me voy a dar mis últimos años, que serían muchos, al club Mauricio Báez y su Fundación.
Quienes apuestan a disminuir el liderazgo de Luisín Mejía están equivocados. Lo inteligente es que se fortalezca su figura, para tener un COD unido y fuerte. Sólo, que el señor Mejía Oviedo, deberá en lo adelante, tratar de ser el líder de todos y no de una parte.