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Sin “Navidad feliz” cientos de familias afectadas por las inundaciones

Sin “Navidad feliz” cientos de familias afectadas por las inundaciones

Niños juegan sobre los escombros de ajuares destruidos por las lluvias del 18 de noviembre en el sector Maná del Cielo.

“No sé cómo vamos a pasar la Navidad”, fue una de las expresiones de Sila Reyes Eimeu, madre de dos niños y soltera, no solo por el alto costo de la vida, los precios de los enseres y alimentos navideños, sino también por los daños sufridos tras el disturbio tropical que impactó al país el pasado sábado 18 de noviembre, donde las pérdidas económicas ascienden a más de RD$8,000 millones, según las autoridades.

Como la de ella, decenas de familias de los barrios Maná del Cielo y El Chuplún, del sector Manoguayabo, municipio Santo Domingo Oeste, así como en el sector de Los Girasoles I, en el Distrito Nacional, viven en la incertidumbre. Pues las lluvias pusieron a flote una mayor marginalidad y pobreza extrema en estas zonas, por lo que no vislumbran unas “navidades felices” como en otros tiempos, pues indicaron que los recursos, que en sí son pocos, no les alcanzan para satisfacer sus necesidades más básicas.

Sin Navidad feliz cientos de familias afectadas por las inundaciones

“Lo importante es que nadie murió por aquí… y lo poco que ganamos lo reinvertiremos en nuestra casita de nuevo porque es lo primero, aunque no hagamos nada en Navidad”, precisó la señora Reyes, quien vive en Maná del Cielo.

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Los moradores de estas demarcaciones sufrían los efectos de las penurias sociales y económicas antes de la tormenta. Pues la falta de acceso de servicios básicos como el agua potable y la energía eléctrica era un “pandemonio”. Ahora, tras las lluvias, narran que es “casi imposible” tener agua de buena calidad y que la misma escasea más, es decir, que no le llega por sus conductos.

A esto se suma la carencia de aceras, contenes, badenes y el asfaltado de sus calles, las cuales se convirtieron en lagunas que inundaron las precarias casas de estos lugareños, en su mayoría de madera, zinc y piso de cemento. Muchas inhabitables todavía, pese a que han pasado 12 días, por la cantidad de lodo, escombros dentro de estas.

Parte de algunas de estas viviendas se las llevó la crecida de una cañada. Ropas, camas, colchones, electrodomésticos, muebles, mesas, entre otros ajuares, los lugareños perdieron con el paso de las lluvias.

En tanto, pequeños negociantes vieron como sus mercancías eran arrastradas por la corriente de las precipitaciones que arreciaron el lugar.

“Estas lluvias han cambiado nuestras vidas para mal. Mi negocio, donde yo me la buscaba para sustentar a mis hijos se lo ahogó, se lo tragó el agua. Esta Navidad será difícil para mí, pero será mucho peor para muchos en la comunidad, porque perdieron todo”, expresó Homero Boció, residente del Chuplún y dueño de un pequeño repuesto y taller de mecánica.

Expresó que a más de una semana del disturbio las autoridades no se han hecho presencia al lugar, para evaluar daños o con el objetivo de entregar ayuda social a las personas más afectadas. “Ya han pasado 12 días y nadie ha venido por aquí. Ni alcalde, funcionario o gente del Gobierno no nos han ayudado todavía”.

Los Girasoles

En este sector capitalino los moradores afectados por las lluvias lo que solicitan de manera prioritaria son camas y colchones.

Personas que viven a la rivera del la cañada Arroyo Manzano, indicaron que todavía duermen en el piso, ya que tuvieron que botar sus camas y otras fueron arrastradas por la crecida del riachuelo.