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Inundaciones

Inundaciones

Epidemiólogo Ernesto Guerrero

Después de las inundaciones en zonas urbanas, pueden surgir diversas epidemias debido a la contaminación del agua, la proliferación de vectores y condiciones insalubres. No menos sorprendente es la aparición de una boa de la Hispaniola en la ciudad, cuando ya se creía casi extinta esa especie.

Las preocupaciones incluyen enfermedades transmitidas por agua, como el  cólera (endémico en la isla), así como otras enfermedades gastrointestinales provocadas por amebas, shigelas y E. coli. Las aguas estancadas favorecen la reproducción intensificada de mosquitos y, en consecuencia, el aumento  del dengue y la malaria.

Las ratas son portadoras de bacterias leptospiras y, en casos de inundaciones, sus heces contaminan las aguas, aumentando los casos de leptospirosis; enfermedad que en casos graves provoca problemas hepáticos y renales. Las serpientes en el país no son venenosas y ayudan en el control de las ratas, por lo que no deben eliminarse.

Con instalaciones sanitarias anegadas por el agua, se complica el acceso a servicios sanitarios adecuados y, además, aumenta el riesgo de enfermedades infecciosas graves, ocasionando muertes debido a la inaccesibilidad y baja calidad de la atención.

La intensificación en la distribución de agua potable, atención médica y control de enfermedades transmitidas por agua, así como la recolección de basura, es tarea urgente de los organismos encargados.

La población debe seguir las indicaciones de las autoridades, especialmente respecto a medidas sencillas como agregar cloro (el mismo de lavar) a los galones, tanques y cisternas que almacenan agua de consumo.

Las autoridades de salud, frente a inundaciones, deben fortalecer la vigilancia epidemiológica mediante el monitoreo constante de enfermedades, especialmente aquellas relacionadas con el agua, para una respuesta rápida ante posibles brotes.

Las guerras y las epidemias son algo que todos sabemos que suceden, pero siempre nos encuentran desprevenidos. Este es el segundo año consecutivo en que los aguaceros intensos provocan grandes daños materiales, muertes y desolación; sin embargo, todavía no alcanzamos a comprender que no debemos construir en zonas de riesgo.

Los efectos del cambio climático se sentirán con más frecuencia y nuestra isla está categorizada entre los países más vulnerables. No creo que debamos seguir simplemente aplicando “curitas” después de que ocurren los hechos. Es hora de enfrentar de manera integral y efectiva los factores desencadenantes.