Opinión

Sínodo de los obispos

Sínodo de los obispos

Hablen claramente. Que nadie diga: ‘No puedo decir esto». Consideren “los altos ideales de la Iglesia y no juzguen la vida de las personas”. Fueron las palabras del Papa Francisco, en la apertura del Sínodo sobre la familia.

El Sínodo donde participan más de 250 obispos, está sirviendo, para movilizar debates y sacar a la luz temas que en ambientes eclesiásticos era difícil abordar. Pero, donde el Vaticano dio un paso trascendental fue en reconocer en un documento oficial que los homosexuales «tienen dotes y cualidades para ofrecer a la comunidad cristiana» además, emitía un comunicado en el que afirmaba su “respeto” y «comprensión” hacia las parejas del mismo sexo, al tiempo que se recalcaba la doctrina sobre el matrimonio.

Aunque no hay cambios doctrinales sobre el tema de la población LGTB, hay que agradecer a este grupo de hombres envejecientes por rendir un informe preliminar cuya conclusión todos sabemos y reconocemos : «Las personas homosexuales deben ser respetadas, como es respetada la dignidad de toda persona independientemente de su tendencia sexual.

Esta nueva apertura hacia la tolerancia, es un aviso enviado a quienes, como el Cardenal dominicano, todavía practican desde el púlpito la cacería de gais. Por lo menos, contrario al «va a sufrir, y va a tener que irse» recientemente dos obispos dominicanos, usando un lenguaje misericordioso y conciliador, anuncian que tanto los divorciados como los gais son hijos de Dios.

Sin embargo, los sectores conservadores de la iglesia, no ven con buenos ojos estos cambios, y ya antes del Sínodo, cinco cardenales pretendía dar por cerrado el debate, en tanto otros han declarado públicamente que los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados. (Como si se tratase de un error de Dios que los humanos tenemos que reparar).

El colectivo LGTB sabe que en las conclusiones del Sínodo, la iglesia “nunca” aceptará el matrimonio entre personas del mismo sexo ni bendecirá sus uniones.

El Nacional

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