El debate sobre las reformas que promueve el Gobierno retoma uno de sus puntos de partida con el pacto nacional, que priorice la educación, para blindar el desarrollo propuesto por el Conep.
En realidad, el gremio empresarial no hace más que acoger el acuerdo con todos los sectores que había planteado el presidente Luis Abinader para blindar la Constitución, impulsar una reforma fiscal integral, independizar el Ministerio Público, crear un Ministerio de Justicia y mejorar la calidad de servicios como los de salud, educación y la seguridad social, entre otros.
Con la propuesta el presidente del Conep, Celso Marranzini, hizo un llamado al liderazgo político, la clase empresarial, la sociedad civil y todos los sectores a rubricar un gran pacto en beneficio del desarrollo del país.
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Por supuesto un acuerdo de tal naturaleza no puede precipitarse, sino que se toma su tiempo porque es obvio que debe ser ampliamente discutido.
En torno a la fiscal Marranzini advierte que deben respetarse los principios de legalidad, justicia, igualdad y equidad del sistema, como dijo que consagra la Constitución en su artículo 243. Es obvio, pero el señalamiento no está de más.
El dirigente empresarial sugiere, incluso, que algunas medidas se apliquen en forma gradual. En tanto la discusión está en pie hay que ponderar la preocupación del sector empresarial y reconocer que la educación es uno de los puntos más débiles para el desarrollo del país.