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Soledad y su premio

Soledad y su premio

Hablar de una poeta sin citar su poesía es la nada. Así escribe en Autobiografía del agua, Soledad Álvarez Vega, galardonada esta semana como Premio Nacional de Literatura 2022:

“Apenas un roce/// de tu mano en mi mano./ Apenas por un instante tus ojos///deteniéndose en los míos,/ tan leve el gesto el movimiento de tu cuerpo/ acortando la distancia en el límite de su dominio./ Casi nada: un roce, una mirada, un movimiento/ bastó para que la tierra girando enloquecida se abriera bajo mis pies/ y yo cayera sin alas en cuerpo y alma al fondo del deseo, / al fondo de tu sima de vidrios rotos para romperme entera/ y desde los pedazos dispersos ir a ti huyendo de mi soledad…”

Esta poeta, ensayista, gestora literaria y editora, ha demostrado de varias formas silentes, como hacer valer su talento, sin necesidad alguna de promoverse, con una obra poética que numéricamente no es extensa, pero sí crucial y determinante para la definición de una voz poética firme y propia, tanto como para constituirse en un patrimonio que estaba ahí, consistente y con la complacencia tan solo de haber logrado el universo de sus figuras y los giros tiernos e intensos de una poética que se adentra en mundos sensibles y márgenes indefinidamente dulces.

Es el tipo de escritora que sin participar de polémicas ni enfrentamientos literarios en un medio tan marcado por el ego, el amiguismo, la complicidad contra otros escritores, sin populismo, sin tratar de gustar a todos, todo el tiempo, ha sabido administrarse.

Ella ha evidenciado el valor de una literatura escrita a conciencia total, producida en silencio, en aislamiento, en generación de conceptos tanto poéticos como del pensamiento ensayístico.

Ella ha demostrado la fuerza que agrega la preparación académica, al talento y a la actitud hacia la escritura, desde que comenzó a escribir poesía en 1964.

De haber publicado todos los poemas (en su mayor parte excelentes y por encima del promedio de muchos textos poéticos publicados entonces) se podría contar con uno de esos libros gruesos que se pueden parar solos en un escritorio. Pero ella optó por no publicar cuanto escribía, y por ello solo publica tres textos fundamentales: Vuelo posible, 1994;  Las estaciones íntimas, 2006 y Autobiografía en el agua, 2015. Nos alegra y complace el PNL 2022, que acaban de otorgar la Fundación Corripio y el Ministerio de Cultura.