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Tras  condena, Correa evalúa  perdonar diario El Universal

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El presidente de Ecuador, Rafael Correa,  una vez lograda la sentencia a su favor por difamación, contra un artículo editorial en el cual se le acusó, el 6 de febrero de 2011, de ordenar disparar  contra civiles en los sucesos del 30 de septiembre de 2010, cuando se produjo una revuelta de policías en Quito. evalúa la posibilidad de exonerar al medio de comunicación del pago de la indemnización y de la pena de prisión a los ejecutivos de ese periódico. Fuentes cercanas al mandatario indican que éste se siente  satisfecho con la sentencia y que buscaría evidenciar que no se trataba de una retaliación económica contra ese medio.

Texto “invisible”

Enrique Palacio, publicó este artículo en el diario El Universal, el 6 de febrero de 2011.

El texto del artículo no aparece fácilmente en Internet, pese a la cantidad de declaraciones que se han formulado en torno a la sentencia, sobre todo criticando a Correa por haber sometido el caso al Tribunal Supremo de Justicia, actuando como ciudadano que se consideró difamado.

El artículo

”Esta semana, por segunda ocasión, la dictadura informó a través de uno de sus voceros que el dictador está considerando la posibilidad de perdonar a los criminales que se levantaron el 30 de septiembre, por lo que estudia un indulto.

”No sé si la propuesta me incluya (según las cadenas dictatoriales, fui uno de los instigadores del golpe); pero de ser así, lo rechazo.

”Comprendo que el dictador (devoto cristiano, hombre de paz) no pierda oportunidad para perdonar a los criminales. Indultó a las mulas del narcotráfico, se compadeció de los asesinos presos en la Penitenciaría del Litoral, les solicitó a los ciudadanos que se dejen robar para que no haya víctimas, cultivó una gran amistad con los invasores de tierras y los convirtió en legisladores, hasta que lo traicionaron. Pero el Ecuador es un Estado laico donde no se permite usar la fe como fundamento jurídico para eximir a los criminales de que paguen sus deudas. Si cometí algún delito, exijo que me lo prueben; de lo contrario, no espero ningún perdón judicial sino las debidas disculpas.

”Lo que ocurre en realidad es que el dictador por fin comprendió (o sus abogados se lo hicieron comprender) que no tiene cómo demostrar el supuesto crimen del 30 de septiembre, ya que todo fue producto de un guión improvisado, en medio del corre-corre, para ocultar la irresponsabilidad del dictador de irse a meter en un cuartel sublevado, a abrirse la camisa y gritar que lo maten, como todo un luchador de cachacascán que se esfuerza en su show en una carpa de circo de un pueblito olvidado.

”A esta altura, todas las “pruebas” para acusar a los “golpistas” se han deshilvanado:

”El dictador reconoce que la pésima idea de ir al regimiento de Quito e ingresar a la fuerza fue suya. Pero entonces nadie pudo prepararse para asesinarlo ya que nadie lo esperaba.

El dictador jura que el ex director del hospital de la Policía cerró las puertas para impedir su ingreso. Pero entonces tampoco allí hubo ningún complot porque ni siquiera deseaban verle la cara.

”Las balas que asesinaron a los policías desaparecieron, pero no en las oficinas de Fidel Araujo, sino en un recinto resguardado por fuerzas leales a la dictadura.

”Para mostrar que el 30 de septiembre no usaba un chaleco blindado, Araujo se colocó uno delante de sus jueces y luego se puso la misma camiseta que llevaba ese día. Sus acusadores tuvieron que sonrojarse ante la palpable demostración de que los chalecos blindados simplemente no se pueden ocultar.

”Podría seguir pero el espacio no me lo permite. Sin embargo, ya que el dictador entendió que debe retroceder con su cuento de fantasmas, le ofrezco una salida: no es el indulto lo que debe tramitar sino la amnistía en la Asamblea Nacional”.

El párrafo crucial

A continuación el párrafo que generó la demanda:

“La amnistía no es perdón, es olvido jurídico. Implicaría, si se la resuelve, que la sociedad llegó a la conclusión de que el 30 de septiembre se cometieron demasiadas estupideces, de parte y parte, y que sería injusto condenar a unos y premiar a otros.

”¿Por qué el dictador sí pudo proponer la amnistía para los “pelucones” Gustavo Noboa y Alberto Dahik, pero en cambio quiere indultar a los “cholos” policías?

”El dictador debería recordar, por último, y esto es muy importante, que con el indulto, en el futuro, un nuevo presidente, quizás enemigo suyo, podría llevarlo ante una corte penal por haber ordenado fuego a discreción y sin previo aviso contra un hospital lleno de civiles y gente inocente.

”Los crímenes de lesa humanidad, que no lo olvide, no prescriben.” (Como se lee, la afirmación de genocidio contra Correa es terminante y sin pruebas). El presidente de Ecuador entendió que nadie puede hacer de una mentira, una afirmación colectiva.

Ofreció disculparse

El diario El Universal prometió que se disculparía por el artículo si el presidente desistía de su demanda judicial, que el  gobierno accediera a cumplir la ley de acceso a la información pública y  que  se se consultara en la Corte Interamericana de Derechos Humanos y a la ONU. La propuesta   no fue aceptada por el presidente Correa.

UN APUNTE

Otra condena

Otra demanda ganada por Correa en febrero pasado fue contra los  autores del libro «El Gran Hermano», de Juan Carlos Calderón y Cristian Zurita, encontrados culpables de daño moral  al publicar mentiras en el libro.

 Alembert Vera, abogado defensor del economista y presidente constitucional de Ecuador, Rafael  Correa explicó que la sentencia contra Zurita y Calderón les fue notificada el 9 de febrero pasado en un  documento de 11 hojas que ordena el pago a cada uno de los autores de una indemnización por $1 millón en favor del jefe de Estado y costas procesales por $100 mil.

El Nacional

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