El cine dominicano ha experimentado, en este inicio del 2010, una sorpresiva entrega de una producción guerrillera, realizada en las calles de Santo Domingo y las avenidas de Madrid por un equipo de jóvenes que encabeza José Maria Cabral, (Excesos, 15 minutos) y que toma un tema de actualidad como es la fuga de Sobeida Félix Morel, y lo trata con un altísimo nivel artístico, matizado por el sarcasmo. Se trata del cortometraje Un millón por Sobeida, que toma elementos del documental, del cine de comedia, que se matiza temáticamente en torno a la fuga del mito ciudadano instantáneo en que se ha convertido la prófuga Sobeida Felix Morel. Un rejuego con la imaginaria popular que cruza ironía, carga humorística, y un trabajo de posproducción e imagen grafica de considerable estética, producto del trabajo de los talentos que agrupa Cabral. La idea inicia como un monólogo de Cabral quien se pregunta si podría conseguir el millón de pesos que ofrece la Dirección General de Control de Drogas por datos que impliquen la detención de la hermosa mujer vinculada por la justicia al tráfico de sustancias controladas. Entonces inicia un recorrido que comienza llamando por teléfono a la Policía Nacional, la DNCD, sale a buscar, a preguntar a los chóferes públicos y pasajeros de la avenida Abraham Lincoln, en el Estadio Quisqueya durante un juego de pelota, a los turistas y empleados de los hoteles del la región Este del país, viaja incluso a Madrid, donde interroga a dominicanos, españoles y al Cónsul General, Marcos C, Cross, al abogado Carlos Balcácer, a Sergio Carlo, Alfonso Rodríguez, Jochy Santos y Aquiles Correa, entre otros.
No conseguimos el millón de pesos, pero aprendimos que todos tenemos una Sobeida que esconder.
Buen cine criollo y guerrillero, genial argamasa de géneros y muestra de una creatividad que apuntala las nuevas corrientes del cine dominicano.
Talentos
La película, que oscila entre el género del reportaje televisivo, el filme de humor, y el sentido artístico que sarcásticamente tiene un planteamiento crítico y ético a lo que ocurre en la sociedad, fue una idea de José María Cabral y el joven Tony Raful (no es el poeta y ensayista), fotografía de Gabriel Guzmán, edición de José Delio Ares y asistencia de Manuela Germán, entre otros jóvenes del equipo que ha construido para hacer cine de a como se pueda.