POR: Eduardo Álvarez
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Nos referimos a la transformación vial en la Zona Colonial. La muestra vista, por el momento, en la calle Emiliano Tejeda, entre Meriño e Isabel la Católica, contiguo al Palacio de las Telecomunicaciones, proyecta un cambio adecuado a nuevas exigencias y presiones generadas por el tránsito vehicular y la creciente actividad comercial que registra tan invaluable tesoro histórico, testigo singular del primer emprendimiento urbanístico del Nuevo Mundo.
Rescata un acervo tanto arqueológico como moderno y funcional. La ampliación de las aceras revestidas de rocas coralinas recrea la estirpe señorial de estas calles primigenias. Por lo visto, impiden el parque de vehículos, con lo cual se logrará despejarlas, propiciando al mismo tiempo un ambiente más fluido y menos contaminado.
Rescata un acervo tanto arqueológico como moderno y funcional
Damos por descontados la construcción de parqueos públicos y privados, estratégicamente ubicados, a pesar de que hemos ajustado este artículo a las incómodas excavaciones y movimientos de escombros vistos hasta ahora, lo cual incluye la cuadra más avanzada, ya señalada. Solucionado el problema de la falta de estacionamiento vehicular se habrá dado un gran paso.
A propósito, se nos ocurre sugerir la integración de un sistema de taxis especiales, combinado con un cambio de actitud de los turistas locales y extranjeros para entender que estas calles se aprecian y disfrutan más a pie que montado. A nadie se le ocurre alquilar un auto para recorrer las calles de Nueva York, Londres, Paris, Barcelona, Munich o Praga.
Sin embargo, se impone acelerar los trabajos en tres tandas de ocho horas, aumentando la mano de obra y equipos, a los fines de ver resultados y acortar los inconvenientes que un proceso natural, como este, ocasiona, con pérdidas para el comercio, perturbando la vida de quienes viven y trabajan en la zona.