Santo Domingo.-La presión política y social ha obligado al Gobierno a mantener inalterables los precios de los combustibles durante dos semanas consecutivas a pesar de que en el mercado internacional el petróleo sigue un alza indetenible.

En las últimas dos semanas, del 19 de septiembre al 6 de octubre, los precios del petróleo subieron de 71,12 a 74,86 dólares el barril.
No obstante, los costos de las gasolinas, el gasoil, el gas licuado de petróleo y otros derivados del petróleo se mantienen congelados, por aparente criterio de las autoridades de “no echar más leña al fuego”.

Dirigentes políticos han advertido que más aumentos en los precios de los carburantes podrían provocar revueltas sociales de imprevisibles consecuencias.

La semana pasada, transportistas, empresarios, dirigentes políticos, amas de casa y otros sectores nacionales arreciaron la presión al Gobierno para que transparente los mecanismos de fijación de los precios de los hidrocarburos.

La modificación de la Ley de Hidrocarburos es un clamor generalizado, bajo el entendido de que “existe una mafia en la comercialización de los combustibles, que enriquece a un grupo, en perjuicio de las amas de casa, los choferes y los pasajeros.

Las amenazas

Sobre el Gobierno penden las amenazas de los transportistas de carga y de pasajeros, de lanzarse a huelgas y de aumentar las tarifas de los fletes y los pasajes, medidas que de inmediato se reflejarían en los costos de todos los bienes y servicios en el país.

El 26 de septiembre recién pasado, el caos se apoderó de las calles del Gran Santo debido a que la Federación de Transporte la Nueva Opción (Fenatrano) paralizó durante dos horas sus diferentes rutas y miles de pasajeros quedaron varados.

También hubo algunos enfrentamientos entre choferes y policías, específicamente, en el puente Jacinto Peynado, en Santo Domingo Norte, y en la 27 de Febrero con Abraham Lincoln, en el Distrito Nacional.

La Federación Nacional de Transporte Dominicano (Fenatrado) convocó un paro nacional de 72 horas para el 25 de septiembre en el transporte de carga para protestar por las alzas en los combustibles.
Posteriormente, desistió de la convocatoria para dar paso a un proceso de negociación con el Gobierno, que en este momento se encuentra amenazado.

La congelación de los precios evidencia que criterios políticos rigen los precios de los carburantes, al margen de la Ley de Hidrocarburos que manda a las autoridades regirse por los precios internacionales del petróleo, para que “si suben, suban y si bajan, bajen”.

Posibles revueltas

El presidente y precandidato presidencial del Partido Revolucionario Social Demócrata (PRSD), Luis Miguel De Camps, llamó al Gobierno y al Congreso Nacional a evitar que los reclamos por los aumentos de los combustibles conduzcan al país a la desestabilidad económica, social y política.

“Llegó el momento en que toda la ciudadanía y sectores afectados por la estafa semanal de los precios de los combustibles protesten enérgicamente”, sostuvo recientemente el presidente del Partido Alianza País (AlPaís), Guillermo Moreno.
Pablo Ferreiras. vocero nacional del Movimiento Popular Dominicano (MPD), llamó a los sectores político y social a unirse para coordinar la lucha por las reivindicaciones del pueblo.

En un comunicado, consideró preciso “promover la movilización a nivel nacional, impulsando las coordinaciones de lucha locales, municipales, provinciales, regionales y nacionales, con la finalidad de garantizar la profundización de la movilización organizada del pueblo.

Un apunte

La UASD advierte

El decano de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), doctor Alexis Martínez, advirtió que la modificación de la Ley de Hidrocarburos debe ser producto del consenso de los sectores nacionales, tras señalar que es necesario transparentar los precios de los combustibles para que reflejen la realidad del mercado de los hidrocarburos, semana tras semana.