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Viena

Viena

Chiqui Vicioso

Raro, asomarse a una ciudad como Lana, la niña del cuento Las Brujas, que mirando por las ventanas de su pequeña casita de muñecas seguía la vida de Lilith, supuestamente la primera mujer de Adan según la Cabala; Circe; Baba Yaga; Kyoko, la Madre Shipton, Cecile Fatiman; Mari; y !Greta Thunberg!, también supuestamente una reencarnación de las mujeres sabias del Medioevo, a quienes la Inquisición catalogó de brujas.

Raro, asomarse a una ciudad como una niña a un cuento de Hadas, porque eso es lo que parece Viena con sus palacios, castillos, puentes y callecitas estrechas, sus bosques encantados y su río Danubio, su emperatriz Sissi, esa cuya película nos hizo llorar a todos durante la adolescencia.

Viena es un asombro como núcleo principal del barroco, y como capital de la música. Aquí los arquitectos vivirían en éxtasis porque cada edificio es único, cada fachada extraordinariamente bella, con sus altísimos techos y sus adornos, sus faunos, sus vides, y ninfas que parecen no talladas sino bordadas. El arte más fino del ser humano en su máxima expresión.

Por eso la construcción de los palacios duraba medio siglo, como el de Belvedere, cuyos jardines adornan el frente de esta casa, también curiosamente propiedad de una aristócrata dominicana, porque casi todos se han asegurado sus palacetes en Europa y una va de asombro en asombro, no entendiendo como el azúcar y el tabaco de una diminuta colonia en el Caribe han podido financiar la compra de estas propiedades.

Ayer, jueves 16, leí poesía en el Instituto Cervantes, invitada a su Jardín de la Musas, en el Palacio Wiener von Welten, como parte de las actividades del mes de Marzo, auspiciadas por la Embajada Dominicana en Viena, y como la azorada caribeña que soy, me preparé para leer unos poemas que nada tienen que ver con la historia que me circunda y me hace sentir como una visitante en otro planeta.

Me ha sorprendido la tranquilidad absoluta que se respira cuando aquí se vive al borde de una guerra nuclear, pero es que esta ciudad fue fundada por guerreros Celtas, los temibles Celtas, cinco siglos antes de Cristo; y ya en el Siglo I, antes de Cristo, los romanos la incorporan y nombran “la ciudad blanca” o Panovia,y la convierten en ciudad imperial y capital de Austria.

Conquistada por Carlomagno, y aliada del Papado, todas las artes florecieron entre 1818 y 1934, entre ellas el llamado Movimiento de la Secesión, del cual Gustav Klimt es el artista más conocido a nivel mundial, con su famosa pintura El Beso; y ya sabemos que desde hace siglos Viena es la capital de la música, y que Mozart habita desde las cajas de chocolate, hasta la partituras más excelsas; de hecho hay una iglesia donde todos los días interpretan Las Cinco Estaciones..

Podría continuar con la secuencia de múltiples guerras y victorias, interrumpidas por los Nazis en 1938.