Los dos muertos y el herido durante una balacera ocurrida la madrugada del lunes en Capotillo es otro signo de la violencia que se ha instalado en la popular barriada.
Autoridades y grupos sociales manejan la tesis de que la criminalidad y la delincuencia que han convertido a Capotillo en una de las zonas más inseguras de la ciudad están relacionadas con el negocio de las drogas.
Sin embargo, el incidente en que cayeron abatidos Franklin Luis Rodríguez y Maifer Ramón Féliz se originaría tras una acalorada discusión por un parqueo para dos mujeres.
El atacante, identificado como Pechito, acompañaba a las mujeres, cuyos nombres no fueron revelados por la Policía. Los residentes en el sector se han cansado de clamar la intervención de las autoridades, pero sin encontrar una respuesta eficaz que garantice la tranquilidad y seguridad de los lugareños.
El hormiguero que caracteriza la calle 42 desde las primeras horas de la mañana se transforma en la noche en sinónimo de diversión y entretenimiento con música, alcohol, bailes y otras actividades.
Las autoridades tienen que resolver el problema de la violencia en Capotillo, no con operativos pasajeros sino con medidas efectivas. El más leve incidente termina en una balacera.
La supuesta complicidad de agentes policiales o de la DNCD en el drama de la barriada tiene que examinarse, pues se asegura que es parte de la violencia y la intranquilidad en el sector.