Miranda y Vega Real
Lo que desarrolla la Cooperativa Vega Real respecto de Loma Miranda es un ejemplo de lo que debía ser la nueva responsabilidad social medioambiental del cooperativismo latinoamericano y mundial.
Vega Real ha redefinido la actitud del cooperativismo militante, ese que sin caer en extremos politiqueros, entiende su papel, no esconde su palabra y desarrolla bajo el sol del Caribe, una actitud consecuente y de lucha por un objetivo.
El caso es como para escribir un ensayo que analice una postura que establece precedentes en el sector cooperativista.
La parada cooperativista del pasado miércoles 23 en la entrada de Loma Miranda, en la que participaron cientos de cooperativistas de más de 60 instituciones de ese ámbito socio-productivo provenientes de 11 provincias, representó, además de una ratificación para el reclamo de su declaratoria como Parque Nacional, un respaldo concreto a la Cooperativa Vega Real y a su presidente Yanio Concepción, quienes aceptaron esta lucha en un ejemplo de responsabilidad medioambiental que merece un estudio como caso singular en América Latina respecto de las organizaciones cooperativas.
La parada, convocada por el Consejo Nacional de Cooperativas, fue un acto de justicia a la actitud firme que ha desarrollado Vega Real frente a este tema que no tiene ya carácter local, que es un asunto nacional determinante y respecto del cual hay que reafirmar las demandas.
Yanio Concepción, que vio llegar a centenares de cooperativistas convocados por el Consejo Nacional de Cooperativistas, debió sentirse orgulloso de que el ejemplo que ha plantado al integrarse con el resto de las comunidades a favor de la vida y el agua, los legisladores sensibles, los ayuntamientos que han mantenido una actitud consecuente, se sintió emocionado.

